La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, expresó su profundo dolor por el fallecimiento del papa Francisco en una conmovedora entrevista brindada al programa Mañana Sylvestre que conduce Gustavo Sylvestre en Radio 10. Visiblemente consternada, Carlotto compartió recuerdos personales, anécdotas y reflexiones sobre el legado del pontífice argentino.
“Qué noticia tan triste, inesperada… Yo pensaba el mes que viene viajar para verlo, saludarlo. Lo he querido tanto, lo he apreciado tanto. Era un hermano”, expresó conmovida la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto en Radio 10.
Estela rememoró la relación de cercanía que supo construir con Francisco y destacó su calidad humana y compromiso con los más vulnerables: “Era una persona sana, buena, generosa, con todas esas condiciones que tiene que tener quien está al cargo de la Iglesia Católica”.
La dirigente de derechos humanos recordó con ternura el afecto que se profesaban mutuamente y cómo rompían el protocolo en cada encuentro: “Yo era una atrevida, lo abrazaba, lo agarraba del brazo. Y a él le encantaba, le encantaba romper esos protocolos. Era como mi hermano menor”.
También reveló que tenía preparado un mensaje para enviarle, que no llegó a tiempo: “Le decía que Dios sabe lo que hace, pero que las personas como él no se tendrían que ir tan pronto… que mis oraciones eran para que volviéramos a abrazarnos”.
Sobre el compromiso social del papa, De Carlotto fue categórica: “Fue uno de los buenos, de los muy buenos. Se preocupó por todos, desde el más pequeño hasta los poderosos, sin discriminar a nadie”.
Recordó también su rol internacional, especialmente en contextos de guerra y conflicto.
“Él priorizó ese otro mundo donde se matan personas, mueren niños, se bombardea. Eso él lo sufría”, dijo.
Con tono esperanzado, la referente de Abuelas dijo creer en el destino y no dudó en vislumbrar un reconocimiento futuro para Francisco: “Yo me atrevo a decir que va a ser santo. Tenía un don, quizás profético. Todo lo que él advirtió en su momento se cumplió”.
Sobre su partida, Estela confesó que le cuesta asimilarla y manifestó que “No lo vamos a olvidar. Qué lástima, porque no va a haber otro igual”.
La entrevista cerró con una frase que resume su vínculo entrañable con el pontífice: “Lo llevo en el corazón, siempre. Nunca lo dejaré de tener. Está con mi familia, con las abuelas, con los nietos… Se fue uno de los buenos”.