tener escuelas infantiles, escuelas de secundaria, tener periódicos, tener radios, tener televisiones, es al final determinante para configurar los valores de la gente y la manera en la que la gente piensa. En el momento en el que eso se privatiza y al final, pues tener una televisión, tener un periódico es un privilegio de millonarios, de banqueros, de fondos de inversión, pues claro, la correlación de fuerzas hace que la izquierda lo tenga prácticamente imposible. Si los medios son capaces de convencer a la gente de que los impuestos son malos, pues la victoria de la derecha es solo cuestión de tiempo. Y es una forma, en tu caso, de hacer política desde otro lado. Con la palabra, con la difusión, con la comunicación, que es fundamental. A mí siempre que me dicen, no vas a volver a la política, digo, yo ya estoy en política. Igual que están en política los principales presentadores de los programas de televisión y los principales directores de periódicos. Hay compañeros que tienen que estar en las instituciones, que tienen que estar en los partidos, que tienen que estar gobernando. Y hay otros que nos toca hacer otro tipo de labor, otro tipo de profesión, con otras reglas, distintas de la política. Y si no estás allí lo tienes todo perdido.
GS: Sí, totalmente. Pablo, ¿y cómo estás siguiendo la situación argentina? ¿Cómo lo estás analizando?
PI: Con enorme preocupación. Milei ha convertido a Argentina en un objeto de atención política internacional sin precedentes. Pero es terrible lo que estamos viendo. Porque como señalabas antes, digamos que estamos ante un posible fin de la democracia si los sectores populares no lo frenan. Milei es abiertamente uniliberal. Es decir, desprecias las reglas de la democracia liberal. No digo ya, digamos, las reglas de existencia de lo público. Es una corriente ideológica que está teniendo mucho éxito en todo el mundo. En Estados Unidos con Trump, que puede volver en noviembre. En Italia con Meloni. En Francia, donde la extrema derecha de Marine Le Pen va primera en las encuestas. Y que desprecian abiertamente las reglas de la democracia. Los datos económicos que nos pasan en Argentina. La inflación que hay. La destrucción de lo público. El que esté aumentando el número de pobres. La caída en la pobreza de sectores de la clase media, es la destrucción de la democracia. Lo que venga después va a tener muchísimas dificultades para reconstruir una economía que ya estaba muy dañada y con muchas fragilidades. Claro, en ese contexto que Milei se convierte en una referencia mundial y es una amenaza para la democracia. El hecho de que a algunos le veamos como un chiflado, creo que no cambia la enorme influencia política de una corriente que desprecia la democracia.
GS: Ahora, la preocupación aquí en la Argentina. La preocupación que tenemos muchos. En mi caso particular también. Es ver como… y yo siempre pongo un poco el ejemplo de ustedes en España, los partidos políticos que siguen consolidados en España, que aunque hayan tenido derrota, tienen una inmediata recuperación. Y están ahí, o en la oposición o en el oficialismo. Pero pasa acá en la Argentina. Que en este momento hay una orfandad de los dirigentes de oposición que pareciera que algunos no se animan, que especulan. Y que… No sé, desde allí… Digo, no un consejo, pero sí podría ser muy bien por parte tuya, decirles sobre cómo deberían actuar frente a esto que estás describiendo muy bien y que vivimos aquí en la Argentina.
PI: Hay algo que pudimos ver todos. Yo creo que la opción del peronismo en la Argentina para frenar a Milei fue apostar por la vía más moderada posible. Pensando que eso iba a hacer que las oligarquías del país prefiriera a Massa antes que a Milei. Pues ya vimos que no. Lo que representa no solamente el macrismo sino los sectores de poder en la Argentina se alinearon abiertamente como ultras como Milei. Y se reveló que es muy difícil combatir a un tanque de argumentario ideológico como Milei, hablando de la casta, gritando, con una opción moderada. Yo creo que la izquierda tiene que hablar claro. Los movimientos populares tienen que hablar claro. Tienen que criticar abiertamente al capitalismo. Cuando estás frente a un tipo que te dice que la existencia de Estado es comunismo. Lo que tienes que decir es. que lo que está poniendo en entredicho las opciones de dignidad y de vida decente para la gente es un sistema económico que es una aberración. Algo más de proteína ideológica yo creo que hace falta. Porque en España también nos pasa ante el auge de la ultraderecha que parece que tienes que ser más moderado buscando el apoyo de la derecha de toda la vida para que no se vaya con los ultras. Y la derecha de toda la vida siempre se va con los ultras y esto lo hemos visto en América Latina y en Europa decenas de veces.
GS: Es excelente la descripción que acabas de hacer Pablo. Me gustó eso de más proteína ideológica. Que a veces eso es lo que está ocurriendo en este momento. Pareciera que da vergüenza o decirle esto de darle tiempo. ¿Tiempo a qué? ¿A que nos destrocen?
PI: Pero completamente. Y lo que señalabas antes a propósito de la importancia de la movilización popular. Eso es algo que hay que entender. Si no hay movilización popular. Si la gente no se autoorganiza en los centros de trabajo, en los barrios, a nivel social, es imposible que vayan a poder defender sus derechos. Solamente una sociedad bien organizada puede poner freno a los nuevos fascismos con otras características pero que están amenazando las condiciones de vida de la mayor parte de la gente. Y para eso hace falta decir las cosas como son con radicalidad y efectivamente con ideología.
GS: Sí, totalmente. Bueno, Pablo, la verdad que un gustazo. Quedo a tu disposición para lo que necesites. Con mucho gusto para Canal Red que lo están impulsando. Así que tenés mi colaboración cuando lo necesites. Y nos vamos a estar viendo en junio que voy a estar por Madrid.
PI: Lo sé, nos veremos en junio, amigo. Muchísimas gracias.
GS: Un abrazo enorme, Pablo.