En Mañana Sylvestre, el secretario del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA) advirtió por la incertidumbre que rodea a la industria automotriz y la posible reducción de la producción de Nissan en la provincia de Córdoba.
En diálogo con Gustavo Sylvestre en Radio 10, el referente del Sindicato de Mecánicos y Afines del Transporte Automotor (SMATA), Maximiliano Ponce expresó su preocupación por la intermitencia constante en la actividad productiva en la empresa Nissan radicada en Córdoba, con suspensiones constantes y reducciones en la cantidad de unidades fabricadas. “Arrancamos el año con un solo turno de producción, con la mitad del personal suspendido,” advirtió.
La camioneta Nissan Frontier es producida en la misma línea de ensamblaje que la Renault Alaskan. Ponce indicó que la producción de estas unidades ha caído drásticamente: de 20.000 unidades se redujo a 17.000, luego a 14.000, y actualmente se estima en solo 12.000 para todo el año. Para dimensionar el impacto, el dirigente sindical destacó que esta cifra equivale a apenas dos meses de producción en tiempos normales.
La falta de pedidos por parte de los proveedores agrava la incertidumbre sobre el futuro de la fábrica. Según Ponce, la situación no es exclusiva de Argentina, sino que responde a problemas globales de la automotriz japonesa. Nissan cerró recientemente una planta en España y se rumorea una posible fusión con otra empresa, lo que podría implicar la reducción de 9.000 puestos de trabajo en todo el mundo y la reubicación de un nuevo proyecto en México.
El sindicalista también cuestionó la actitud de la empresa en Argentina: “Nos parece una irresponsabilidad tremenda que Nissan salga a decir que está todo normal cuando no es así”, señaló. Además, indicó que mientras otras automotrices en Córdoba experimentan ciclos de producción normales con algunas suspensiones esporádicas, Nissan enfrenta una crisis más severa.
Ante esta situación, el referente gremial destacó que “hemos hecho la denuncia ante Ministerio de Trabajo a donde hemos citado a Nissan. Por lo pronto hemos pedido que todos los compañeros vuelvan a la planta”, y se busquen soluciones para garantizar la continuidad de la producción. La preocupación principal es la estabilidad laboral de cientos de familias que dependen de la fábrica y de los autopartistas que proveen a la misma.
Mientras tanto, la incertidumbre sigue creciendo entre los trabajadores, que esperan respuestas de la empresa y del gobierno. La industria automotriz es un pilar fundamental de la economía cordobesa, y una retracción en la producción de Nissan podría tener consecuencias significativas en el sector.