En una conmovedora entrevista con el programa Mañana Sylvestre, el juez federal repasó los avances judiciales en la investigación sobre el secuestro y desaparición de Héctor Germán Oesterheld, autor de El Eternauta, así como el devastador destino que sufrió toda su familia durante la última dictadura militar argentina.
Daniel Rafecas, cuya tarea al frente del Juzgado Federal N.º 3 de la Ciudad de Buenos Aires ha sido reconocida por su compromiso con los derechos humanos, relató en Mañana Sylvestre cómo su equipo logró reconstruir parte del itinerario de cautiverio del guionista. Según la investigación, Oesterheld estuvo secuestrado entre abril de 1977 y enero de 1978 en dos centros clandestinos: primero en “El Vesubio”, ubicado en Camino de Cintura y Riccheri, y luego en una dependencia policial de Villa Insuperable apodada “Sheraton”, a la que los represores llamaban así irónicamente por sus “mejores condiciones”.
Durante su cautiverio, Oesterheld —ya un hombre mayor, de unos 75 años— fue obligado a escribir informes políticos y, según testimonios, incluso continuó realizando historietas. Se cree que fue víctima de un traslado en enero de 1978, fecha a partir de la cual no se volvió a tener noticias suyas. Hasta hoy permanece desaparecido.
El juez explicó que en las causas judiciales por estos hechos ya hay alrededor de 30 represores condenados: 20 por los crímenes en El Vesubio y otros 10 por los cometidos en Sheraton, por diversos tribunales orales.
Pero el caso Oesterheld no es solo el del autor, sino el de toda una familia aniquilada. Las cuatro hijas del guionista —Estela, Diana, Beatriz y Marina— fueron secuestradas y asesinadas entre 1976 y 1977. Algunas estaban embarazadas, y hasta hoy se busca a sus hijos nacidos en cautiverio. El juzgado continúa activamente recibiendo pistas y analizando posibles lugares de enterramiento clandestino, como un campo en la zona de Mercedes vinculado al Regimiento de Infantería 6.
“La historia de Oesterheld es una de las más dramáticas y terribles de la represión”, afirmó Rafecas, quien destacó también el rol de Elsa Sánchez, esposa del guionista, fallecida en 2015, cuyo testimonio fue clave tanto en la etapa de instrucción como en el juicio oral.
El juez también señaló la importancia de fenómenos culturales como la reciente serie de El Eternauta para revitalizar el interés público y, potencialmente, aportar nuevas pistas: “Ojalá esta serie motive a alguien a acercar datos, aunque sea de forma anónima”, expresó.
Para quienes tengan información, el juzgado está receptivo a recibir testimonios. El número de contacto directo es el (011) 4032-7118.
“El caso de Oesterheld nos recuerda que detrás del arte hay vidas, hay historia, y hay memoria. Y que la Justicia, cuando actúa con compromiso, puede ser una herramienta poderosa para la verdad”, concluyó Sylvestre al cierre del programa.