El ex mandatario uruguayo recordó a su colega chileno fallecido recientemente en un accidente aéreo, y destacó las cordialidad que siempre mantuvo con el líder trasandino a pesar de las diferencias ideológicas que los separaban.
Aquí la transcripción completa de la charla entre Gustavo Sylvestre y el ex presidente del Uruguay, José «Pepe» Mujica en Radio 10, correspondiente al jueves 8 de febrero de 2024.
GS: Como todos los jueves nos vamos al encuentro con el ex presidente del Uruguay, José «Pepe» Mujica. Pepe querido, muy buen día. ¿Cómo anda?
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PM: Buenos días, es un gusto saludarlos un poco a la distancia. Tengo que confesar que tengo un poco de consternación por el accidente que ha tenido (Sebastián) Piñera, el ex presidente chileno, al que curiosamente tengo consternación por la forma en que se fue. Era un hombre conservador con una visión muy distinta a la que yo puedo tener pero con el cual nos hemos mantenido a lo largo de los años en una relación respetuosa porque me agarró a mí bastante viejos. Porque cuando se tiene diferencias desde el punto de vista de las ideas también hay que reconocer la representatividad de quien está al frente de una nación y como tal hay que evitar de discutir las diferencias y tratar de conversar aquellas cosas sobre las que se puede tener acuerdos, porque de lo contrario tenés un problema de relaciones personales y son problemas de relaciones entre países que pueden tener diferencias pero tienen intereses comunes frente al mundo. Logré mantener con Piñera una excelente relación como con otros mandatarios de América Latina que pensaban muy distinto. Cada vez que venía al Uruguay me llamaba por teléfono y lo veía. La última vez que estuve en Chile vino a desayunar conmigo al hotel y conversamos. También sintió la aguja del tiempo, y ahí me cuenta perfectamente que él se dio cuenta que Chile había caminado mucho desde el punto de vista del crecimiento de la economía pero había repartido mal. Y siento de todo corazón, estoy viejo y me cuesta mucho sino tendría que haber ido a darle un simbólico abrazo. Pasó una semana por los hielos de la Antártida, y a los golpes aprendí que cuando se tienen diferencias con quien está al frente de un país, no se debe de ahonda en la diferencias porque no es un problema de diferencias personales, son problemas de intereses para las naciones que intentamos representar. Cómo cuesta darse cuenta de estas cosas. Esa misma actitud me llevó a intentarle darle una mano al presidente de Colombia cuando se planteó el camino de la paz, porque si bien tenía una visión desde el punto de vista político-.social muy distinta, pero ante el problema de la paz esa era una causa más que progresista y había que ayudarlo. ¿Que te quiero decir? Que demasiadas diferencias inútiles tenemos en América Latina y a veces, hay que callar las diferencias y tratar de construir los puntos que nos pueden acercar. Recuerdo que Piñera puso un avión para traernos las primeras vacunas de China al Uruguay y siempre tenemos que agradecer. Son gestos que van más allá de las ideas y como tales, siento mucho no poder estar en esa despedida, y mucho por la desgracia que ha tenido. Quiero contar una cosa. Sé genio y figura hasta la sepultura, dice un viejo poeta español. Recuerdo que andando con él por la Antártida, en un helicóptero militar manejado por gente de la Fuerza Aérea Chilena, me dijo que quería manejar el helicóptero y yo le dije: Pare, mi hijo, a usted lo eligieron para presidente, no para chofer de helicóptero. Y después también había un gomón en la costa y me invita a andar, y le digo: pare mi amigo, que no somos pingüinos, si nos llegamos a zambullir en estas aguas quedamos congelados. Y me di cuenta que tenía un espíritu aventurero. Un afán de ir un poco más allá. Si hay un más allá, le doy a un amigo con el que tenía diferencias de ideas y confluencia de sentimientos, un abrazo a la distancia. Una lección: se puede tener pensamientos distintos en el campo de las ideas, pero de todas maneras cultivar cierta altura en el campo de las relaciones como corresponde entre ciudadanos de esta América. Adiós, Piñera, y hasta siempre.
GS: Abrazo enorme, Pepe querido, excelente la reflexión, viene bien para este momento de la Argentina, a esto del pensamiento diferente pero el mantener las relaciones personales viene como anillo al dedo para lo que se está viviendo en Argentina.