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La Columna de Pepe Mujica: «Estos no son liberales, son reaccionarios de mercado»

En su espacio de reflexión política y económica en Mañana Sylvestre, el ex presidente oriental, apuntó contra el gobierno de Milei, y aseguró que ni siquiera sigue las consignas básicas del liberalismo. Además habló de su encuentro con Cristina Kirchner a quien le recomendó ser una caudilla para los jóvenes, y llamó a trabajar en recambio generacional de dirigentes.

Aquí la transcripción completa de la charla entre Gustavo Sylvestre y José «Pepe» Mujica correspondiente al jueves 27 de febrero de 2025.

GS: Hola, Pepe querido. ¿Cómo anda? Qué gusto escucharlo.

PM: Encantado de comunicarme con ustedes y, fundamentalmente, con el pueblo argentino, al cual me unen muchas vicisitudes y preocupaciones. Naturalmente, nosotros, los orientales, somos un pedacito de esa historia. Estamos al costado del río, pero nos sentimos parte de una familia mucho más grande. Nos vamos a morir y no habremos concretado nuestro largo sueño de integrar un poco más América Latina, de poder tener acuerdos y posiciones comunes.

Hasta ahora han tenido éxito en explotarnos por nuestras boberías, por nuestras divisiones, y jamás hemos tomado una posición continental, pero la esperanza no hay que perderla. Recuerdo muy bien a aquel señor que dijo: «El siglo que viene nos encontrará unidos o vencidos». Esa es una tarea pendiente. No se trata de abandonar nuestras patrias, sino de poner un alero que las proteja con una unidad de carácter superior.

GS: ¿Y cómo ve el panorama actual? Ustedes en Uruguay tienen ahora la asunción de Yamandú Orsi y el Frente Amplio vuelve al gobierno.

 

PM: Sí, es un pasito adelante, claro, lleno de responsabilidades, pero aquí estamos. Los orientales hemos logrado algo que parece imposible: llevamos más de 50 años con unas 30 agrupaciones distintas que permanecen juntas. Más allá de las elecciones, discutimos un proyecto cada cinco años y tratamos de ponernos de acuerdo. No hasta el fin del mundo, pero sí para una etapa. Eso nos ha permitido que las fuerzas progresistas estén sintonizadas y unidas. Nos hemos convertido en el partido político más grande del país, cultivando esta filosofía de unidad en la diversidad. Y funciona.

GS: Algo que no ha logrado la Argentina, lamentablemente.

PM: Exactamente. Las fuerzas progresistas se pelean por ideas, mientras que las derechas se juntan por intereses. Eso hay que tenerlo claro.

GS: Pepe, recuerdo cuando en el libro que hicimos con sus columnas en Mañana Sylvestre usted contaba cómo han cambiado los libertarios. Cuando usted militaba con ellos, hace setenta y pico de años, tenían un concepto y un valor de la república y del estado muy distintos. Hoy promueven estafas, como lo que pasó acá en Argentina con esta criptoestafa.

PM: Han distorsionado hasta el idioma. Lingüísticamente, son unos chantas. Se dicen liberales, pero están revolcando el liberalismo. El verdadero liberalismo fue algo muy serio. No se puede reducir a un simple recetario económico de mercado. Fue el instrumento que permitió al mundo occidental salir del dogmatismo que imponía la monarquía y crear las bases de la convivencia en la sociedad, aceptando, organizando y garantizando las diferencias. Eso fue notable.

Y ahora estos chantas quieren poco menos que cazar el sol y la luna, tirar todo por la borda y se llaman liberales. No tienen nada de liberales. Son unos reaccionarios del mercado que buscan organizar el mundo para que lo manejen los tiburones y se traguen a las sardinas.

GS: Qué bien, Pepe. Lo vimos con los jóvenes en un campamento, estuvo con Cristina Kirchner, charlando mucho con ella.

PM: Me divertí con Cristina. Sé que es una diosa para una parte considerable del pueblo argentino. Pero le recomendé que se hiciera caudilla de los pibes. En América Latina, particularmente los hombres, no se dan cuenta de que hay que renovarse permanentemente. El mejor dirigente es aquel que deja surgir una nueva generación de dirigentes que lo superen. La vida es corta y las causas sociales son más largas que nuestra existencia. Hay que cultivar nuevas generaciones.Hace 50 años que estoy en esa lucha. Personalmente, tuve un éxito fabuloso. Cuando dejé de estar al frente, mis compañeros pegaron un salto enorme y convirtieron a nuestra agrupación en el sector político más grande de la historia del país. Sacaron 36 o 37 diputados y 9 senadores, algo que ningún sector de ningún partido había logrado antes. Me siento feliz cuando me retiro y veo a los muchachos que surgieron, que fueron aprendiendo sobre la marcha y lograron una campaña electoral fabulosa. No lo digo para elogiarme, sino para sembrar una actitud. Hay que pedirles a los grandes dirigentes que abran la cancha a los que inevitablemente tienen que venir.

GS: ¿Qué más le recomendó a Cristina?

PM: Estaba muy contenta, muy temperamental y muy comprometida. Espero que el peronismo pueda dirimir sus diferencias internas, porque, como en todo movimiento, son inevitables. Pero debe encaminarse para defender al pueblo argentino, aceptar sus errores y proponerse superarlos.

GS: O sea, usted le recomendó que se convierta en caudilla de los jóvenes.

PM: Sí, porque hay que apostar a eso. Nosotros somos de un tiempo que se va, y ahora viene la generación del celular, la que piensa con el aparatito y el dedo. Nosotros somos de la época de la punta del costado del libro. Ellos tienen que hacerse cargo. Y después vendrá la generación de la inteligencia artificial. Todo cambia, y hay que aceptarlo.

GS: Totalmente. Pepe, querido, un abrazo enorme.

PM: Un abrazo grande.

 

 

 

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