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La Columna de Pepe Mujica: “El peor problema que enfrenta nuestra humanidad es la incapacidad política de tomar decisiones para tratar de equilibrar el planeta”

En su espacio de reflexión política, filosófica y social, el ex presidente oriental y referente del Frente Amplio alzó la voz contra la falta de voluntad política del mundo desarrollado para emprender una lucha seria contra las consecuencias del cambio climático.

Como cada jueves en Radio 10, el ex presidente del Uruguay, José “Pepe” Mujica, presentó sus opiniones sobre el acontecer mundial y dejó un mensaje preocupante acerca de la pobre respuesta de la humanidad ante el grave problema que genera los cambios en el medioambiente y fundamentalmente en el clima que podría afectar la vida futura en el planeta.

Aquí compartimos la charla completa entre Gustavo Sylvestre y José Mujica en el aire de Mañana Sylvestre por Radio 10.

GS: Buenos días, Pepe, ¿Cómo andamos?

PM: Buenos días, estamos contemplando un horizonte lleno de interrogantes. Tú sabes, pasan cosas que tienen poca explicación en la naturaleza, por lo menos por ahora. En las costas uruguayas han aparecidos cientos o miles de pingüinos muertos, no se sabe por qué. Lo atribuyen no a ninguna enfermedad infecciosa sino hambre. Uno se pregunta por qué. Al mismo tiempo todos los días las noticias internacionales nos están informando de olas de calor de calentamiento del mar y de lo que está pasando el hemisferio norte y no tenemos otra cosa que unas cuantas conjeturas. Entonces me estaba acordando de hace cerca de un año que tuve una conversación por Zoom con (Yuval Noah) Harari, historiador y filósofo judío que me decía que su angustia mayor era que nuestra civilización no tuviera el tiempo de enmendar los desastres que había precipitado porque en definitiva una cosa se acumula sobre otra y se desatan consecuencias que no estaban previstas y que van aumentando las características de verdadera catástrofe camino a una especie de holocausto que tiene  como la culminación del privilegio de la irresponsabilidad de nuestra civilización. Nunca curiosamente los sapiens tuvieron tanta sabiduría, tantos recursos materiales, ni capacidad científica como tienen hoy, y a pesar de ellos, como especie no pueden autogobernarse ni poder trabajar para revertir los efectos que ha tenido el crecimiento de la actividad humana arriba de la Tierra, rompiendo todos los equilibrios, y siguen tontamente, alegremente, inconscientemente ahora jugando a la guerra cuando tendrían que jugar a la guerra contra el clima para cambiar las condiciones. Las grandes potencias siguen con su coquetería hablando en los encuentros internacionales de un cronómetro de la vida que está amenazado por todas partes y no reaccionamos, siguen inmersos en esta frivolidad. Y la gran pregunta es: ¿Qué nos espera por delante? Porque lo que está pasando en el clima no es una contingencia de la naturaleza solo que es el resultado de la vida del hombre arriba de la Tierra, que ha aumentado enormemente la presencia de gases que retienen el calor en la atmosfera, y que eso desata un conjunto de fenómenos en cadena. Es obvio que no podría haber en este instante otra cosa más importante que revertir ese proceso. Y los humanos tienen la tecnología para hacerlo, y lo pueden hacer, y tienen los medios, sin embargo frívolamente siguen en otra. Y al señor Putin se le ocurre invadir a un país vecino y a la OTAN se le ocurre sacar una potencia nuclear, y parece que no hubieran advertido que la verdadera batalla no es de poder sino la batalla por la vida. Y tenemos los medios, y el conocimiento científico pero sin embargo parece que estamos autorresignados a pagar las consecuencias de algo que ha desatado nuestra propia interacción arriba del planeta. La gran pregunta es esta: Nuestra civilización tiene  un dilema pero por lo visto no tiene capacidad política, no es que no tenga medios y no sepa lo que hay que hacer sino que no hay capacidad política de instrumentar lo que la ciencia ha aconsejado. Esto quiere decir que vamos camino al parecer a pagar un costo fenomenal porque aparecen fenómenos que no estaban previstos por las complicaciones de la naturaleza y el calentamiento del mar y a esta altura no tenemos ni idea de las consecuencias que esto puede tener. Y alegremente despilfarramos energía en una guerra inútil sin darnos cuenta que la verdadera guerra hay que ganarla para salvar los equilibrios del planeta y no podemos hacer otra cosa que quejarnos porque quienes tienen poder no piensan y no toman decisiones. Qué cosa triste el destino de nuestra humanidad, va a tener que pagar con sufrimiento incalculables, con costos brutales, la falta de decisión política para enfrentar el drama de nuestro tiempo colectivamente. No prima un sentimiento de amor a la especie y a los equilibrios de la vida y seguimos presos de pequeños intereses, de vanidad, de cuestiones de poder, de coqueteo con la fuerza, y estamos librando una guerra que de continuar con esta lógica fantástica..porque hablar de paz en Europa es como ser un traidor.. Y uno no tiene idea de dónde termina esta locura, y al mismo tiempo en las playas del continente norte se están prendiendo fuego, estamos como organizando un gigantesco sartén, por algo que debiéramos haber hecho hace más de 30 años y hay una responsabilidad de los gobiernos del mundo central de carácter incalculable que toman decisiones y se pasan los intereses del resto de la humanidad. Y han demostrado una futilidad frente a problemas dramáticos que nos afectan. Con un mínimo de responsabilidad política del mundo rico, tenemos que darnos cuenta que hoy el peor problema que enfrenta nuestra humanidad es la incapacidad política de tomar decisiones para tratar de equilibrar el planeta, cueste lo que cueste. No existe drama mayor que este. Y en realidad, esta impotencia probablemente le cueste a las generaciones que están naciendo hoy, a los muchachos que están estudiando en los primeros ciclos de la enseñanza, los que están arrancando para volar en la vida, nuestros descendientes van a pagar un costo lamentable. Siento que aún nosotros los que no tenemos posibilidad de influir en esta política estamos como resignados, estamos como arrinconados, ni siquiera tenemos el coraje de protestar, de decir que esto no puede ser así, que esto no va más. Somos incapaces de reclamar a los responsables del mundo, a los que pueden incidir en decisiones dramáticas que hay que tomar, porque en definitiva los intereses económicos una vez más son más importantes que la defensa de la vida. Nuestro egoísmo particularista es más fuerte que cualquier decisión política que pretenda enmendar el rumbo de lo que estamos haciendo. No queda otra que prepararse para lo lamentable, y como nuestros países siempre están al día, no se van a preparar para nada, no van a tener política de mitigamiento, ni de prevención. Porque vivimos al día y tenemos que hacer frente a cuentas impagables, tenemos cosas reaccionan por todas partes entonces tampoco vamos a tener capacidad de invertir en políticas de mitigación que ayuden y es como una tendencia a morir con los ojos abiertos. Es un mensaje que no tiene nada de optimismo. Lo más hermoso es que yo estuviera profundamente equivocado. Ojalá que esté totalmente equivocado y que se dé vuelta este pastel, que los organismos internacionales tomen decisiones en la materia, pero francamente no sé si es el peso de los años, no sé si es el contemplar conferencias de esto y aquello, cónclave de esto y de lo otro, pero la realidad es que no pasa absolutamente nada ante la magnitud del gigantesco desastre.  A pesar de que existe buena gente por todas partes que intenta hacer algo pero no tiene proporción la magnitud del esfuerzo positivo de gente que se organiza tratando de revertir esta situación, que tienen consciencia a la impotencia secular de prescindencia que practican los estados fuertes de este mundo. Y nos damos el lujo de despilfarrar energía inútil por una cuestión de poder cuando la verdadera lucha a esta altura tendría que ser otra si tuviéramos un poco de amor a lo que hoy vienen después de nosotros. Me refiero al papel que puede jugar la gente más vieja y veterana, los que estamos al borde de irnos de la vida, y que nuestro único sueño es que nuestra descendencia pueda ser un poco mejor que nosotros. Qué animal irresponsable resultó el sapiens colectivamente. Hasta siempre, querido.

GS: Abrazo enorme, Pepe querido, impecable el pensamiento sobre lo que está ocurriendo en el mundo en este momento.

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