El consultor político analizó en Mañana Sylvestre el escenario político argentino e internacional y advirtió sobre un cambio profundo en el comportamiento electoral: el agotamiento de los partidos tradicionales, el crecimiento de los liderazgos “raros” o disruptivos y el peso decisivo de las emociones en el voto.
En diálogo con Mañana Sylvestre por Radio 10, Jaime Durán Barba sostuvo que “lo que se ve en la Argentina es un enorme desgaste del sistema político tradicional” y remarcó un dato clave de las últimas elecciones: “Hubo más de 40% de ciudadanos que no fue a votar”.
Según explicó, ese fenómeno no es exclusivo del país. “Esto pasa en muchas partes del mundo y tiene que ver con los efectos afectivos de la política, no con discusiones racionales de programas”, afirmó.
Para el consultor, hoy los votantes no eligen por ideología sino por identificación emocional. “La gente vota por el talento, por la energía, por lo que le despierta un candidato”, señaló, y agregó: “La política dejó de ser racional y pasó a ser profundamente afectiva”.
En ese marco, se refirió al surgimiento de figuras disruptivas. “Milei gana porque es raro, porque es distinto”, explicó. Y aclaró: “No gana por un programa clásico, gana porque conecta con una sociedad cansada de la política tradicional”.
Durán Barba comparó este fenómeno con otros procesos internacionales. “En Estados Unidos pasa algo parecido: un candidato está a la derecha del Partido Republicano y el otro a la izquierda del Partido Demócrata. Ambos ganan por ser distintos”, analizó.
También mencionó el caso brasileño. “Lula es un gran profesional de la política. Logró una coalición enorme, con partidos muy diversos, y ganó por muy poco, 51 a 49”, recordó, destacando que incluso líderes tradicionales deben adaptarse a un electorado cambiante.
Respecto del futuro de los partidos, fue categórico: “Tenemos que preguntarnos qué va a pasar con los partidos políticos en los próximos 6 a 8 años”. A su entender, muchos espacios tradicionales “no logran representar emocionalmente a la ciudadanía”.
En relación con el escenario argentino, señaló que el desgaste no distingue signos políticos. “La gente está cansada. No es solo cansancio de un gobierno o de otro, es cansancio de la política en general”, afirmó.
Por último, advirtió que los ataques entre dirigentes tradicionales pueden resultar contraproducentes. “El ataque a Macri va a crecer, pero eso no necesariamente reconecta con la gente”, dijo, y concluyó: “Hoy el desafío no es convencer con argumentos, sino volver a conectar emocionalmente con una sociedad desencantada”.
