En Mañana Sylvestre, el dirigente radical manifestó su apoyo a la decisión del Gobierno de retomar el control estatal sobre la petrolera YPF, y señaló que “no hay inversiones desde 1998″.
Moreau aseguró que habrá un debate al interior del partido en referencia a la postura a tomar por el radicalismo en relación a esta medida y dijo que “nadie puede arrogarse una decisión que se tome entre cuatro paredes. Hemos pedido la urgente reunión de la Convención nacional del partido, porque nos parece que esta cuestión estratégica para el país no debe ser debatida por unos pocos sino por el máximo organismo de conducción que contiene toda la pluralidad partidaria”.
“Lo más importante del proyecto de ley que se envió ayer, al margen de la recuperación de la mayoría accionaria de YPF por parte del Estado es el hecho de que se declara de utilidad pública la producción, industrialización, transporte y comercialización de hidrocarburos, por ejemplo. Esto le permite al Estado una intervención activa en todo el sector. Efectivamente hace falta que el Estado revise la producción, las inversiones, en las distintas áreas y en todas las concesiones”, dijo Moreau.
Luego criticó la política energética desarrollada en distintas etapas por gobiernos justicilistas y precisó que “no hay ninguna duda de que la privatización primero, y la desnacionalización después fue un gravísimo error. De alguna manera en su discurso la Presidenta asumió como parte de los errores del peronismo. La producción petrolera en Argentina viene cayendo en picada desde 1998 en adelante, casualmente cuando Repsol se hace cargo de la mayoría accionaria de YPF. Hasta ese momento. Del 92 en adelante hasta el 99, había crecido la producción petrolera pero no por las bondades de la privatización sino que en ese lapso la empresa privatizada aprovechó las inversiones anteriores de YPF que detectó recursos y reservas en ese momento, que alcanzaban a 25 años y hoy alcanzan a 5, y se chupó todo el petróleo que podía. Desde el 98 en adelante empezó a caer porque no hubo nuevas inversiones, ni se amplió el horizonte de las reservas”.
Más adelante, en Radio La Red añadió que “también fue un error el ingreso en la compañía de la familia Eskenazi, o del Grupo Petersen, porque no hizo más que aumentar el giro de dividendos. Ahora todos estos argumentos no deben servir como paraguas para oponerse a un hecho significativo. Hace falta que exista una empresa nacional de hidrocarburos en Argentina, con mayoría estatal para guiar el mercado, que sea la empresa testigo que conduzca desde la política petrolera. Fueron las mismas razones que condujeron al gobierno radical de Arturo Illia a anular los contratos de petróleo en 1963, son las que apuntalan la decisión de recuperar la mayoría accionaria”.
Además descartó cualquier reclamo en términos de incumplimientos contractual y explicó que “no valen los argumentos acerca de que se están violentando contratos ni se está afectando la seguridad jurídica, porque los contratos están para cumplirse pero en tanto y en cuanto no afecten el interés nacional y no signifiquen un saqueo, que es lo estaba practicando Repsol”.
En cuanto a cuál será el valor que el Estado deberá pagar, Moreau planteó que habrá que esperar bastante tiempo para saber el costo final y planteó algunas variables posibles para hacerse con el control de la empresa: “Muchos dicen que se está pagando más de lo que la empresa vale. Pero en primer lugar no estamos pagando nada precisamente porque primero hay que tasar las acciones. En esa tasación hay que incluir el vaciamiento, en cuanto se perjudicó a los accionistas en esta materia. Hay que incluir el sobregiro de utilidades, hay que incluir impactos ambientales, es decir son muchos los factores a discutir. Esto se va recién a pagar como mínimo dentro de 3 años. Así que ese fantasma de que se va a pagar con plata de los jubilados, con reservas, son todos cucos que se levantan para encubrir una defensa de los intereses de Repsol. Dentro de 3 o 4 años cuando se termine de hacer la tasación de estas acciones podemos estar en un valor muchísimo menor del que hoy se habla y además tal vez se pueda pagar con las mismas utilidades de la propia empresa”.
Luego recordó la decisión tomada por Arturo Illia en relación a la política petrolera: “El cuco de la inseguridad jurídica fue el mismo que levantaron cuando Illia llevó adelante las anulaciones de los contratos petroleros. Illia fue más audaz que Cristina Kirchner con esta decisión. Porque nosotros no anulamos el contrato de una empresa española, que pasó a ser petrolera realmente cuando adquirió YPF, porque antes era casi una firma comercializadora de derivados de hidrocarburos. Nosotros le anulamos los contratos a Shell, a Esso, a Standard Oil. Shell era una empresa protegida por la corona británica, Standard Oil y Esso protegidos por Estados Unidos. Nos repudió el senado de EE.UU., y también anunciaron casi una invasión de los marines, y no pasó nada de eso. La producción petrolera durante nuestro gobierno se desarrolló en parámetros más que normales con una activa participación de YPF”.
Audio completo de la entrevista
Martes 17 de abril de 2012