Hace un tiempo, el Presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti, manifestó que la Corte era el límite frente a posibles desbordes o desviaciones de alguno de los otros poderes del estado. Y la garantía de institucionalidad frente a situaciones de extrema tensión que se podrían dar en el país. Y pareciera que está cumpliendo con esa premisa, frente a la discusión judicial abierta en torno a las cautelares y los fallos de las distintas instancias de la justicia, en torno al articulo 161 de la ley de medios.
Y hay que decirlo que frente a uno u otro actor, la Corte ha actuado de acuerdo a derecho y lo que marca la propia justicia.
Tal vez lo único que ha enturbiado a la Corte son los rumores -existentes desde hace tiempo- en torno a la aspiración que su Presidente tendría respecto a un futuro político, más precisamente, una candidatura presidencial. Si bien la noticia tomó cuerpo cuando Carlos Fayt lo explicitó públicamente de una manera muy honesta y sincera, como todo lo que hace el decano de los cortesanos, hace tiempo que viene siendo alimentado también por políticos ligados a la Unión Cívica Radical y al peronismo Federal, que ven a Ricardo Lorenzetti como un hombre conciliador, dialoguista e institucionalista. El único pecado que habría cometido Lorenzetti, fue no haber salido antes a desmentir tajantemente esa información, que creció alimentada también por su silencio.
El trascendido de esta semana de que frente a sus pares negó esa posibilidad y que no está trabajando para ninguna candidatura, debería también ser manifestada públicamente, como para cortar de raíz con toda especulación, y evitar que una Corte que ha madurado en estos años con un gran prestigio e independencia, pueda seguir por ese camino. Es cierto que Lorenzetti se ha abocado en estos últimos meses, de cuerpo y alma, a la construcción del nuevo Código Civil de la República Argentina, tarea que la ha tomado como desafío personal, y que sin lugar a dudas, cuando se apruebe, pasará a ser de avanzada y muy actualizado.
Pero también eso fue visto por algunos sectores, como parte de su estrategia hacia el futuro. Por eso sería bueno una desmentida enfática y pública de Lorenzetti, para que la Corte siga, sin sospechas, en el camino de transparencia, independencia y equilibrio que viene marcando.
Los próximos meses serán claves también para que, como lo viene haciendo hasta ahora, la Corte le vaya marcando el pulso a las otras instancias judiciales que han demorado demasiado y permitido que las cautelares se extiendan en el tiempo, trabando la aplicación de leyes votadas mayoritariamente por el parlamento nacional. En esto como en otros temas la Justicia está en mora, y aquí la Corte, como ya lo hizo, debería instar a las distintas capas judiciales, un proceder más adecuado respecto a temas que hacen también a la institucionalidad.
Scioli en la Capital
Este jueves la agrupación política DOS (Daniel Osvaldo Scioli) fue presentada oficialmente en esta ciudad de Buenos Aires, en el barrio donde Scioli nació a la política y fue su bastión personal y político durante años, El Abasto, en la esquina Carlos Gardel.
El desembarco porteño forma parte de la estrategia planteada por el gobernador de ir cubriendo, de a poco y con bajo perfil, todo el territorio, en el camino que ya inició hacia el 2015, y del cual no se bajará.
Cuentan en el peronismo bonaerense que días atrás, Scioli mantuvo un encuentro con un poderoso sindicalista peronista, junto a un intendente de la zona norte también con aspiraciones políticas, y ante la consulta sin rodeos del sindicalista sobre si quería efectivamente ser candidato presidencial, Scioli le respondió con un contundente: Si, quiero ser yo.
Pero el desembarco porteño de Scioli es también una mojada de oreja hacia el jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri, que intenta llegar como candidato presidencial al 2015.
Si antes existían entre ellos gestos cómplices de convivencia política, ya no los habrá. Y en este sentido, Scioli apuró en términos políticos, y madrugó a Macri en la carrera presidencial. Y el PRO lo ha sentido. En la provincia de Buenos Aires los dirigentes macristas reconocen que la salida a la cancha del gobernador les ha comenzado a quitar dirigentes peronistas y estructura en la provincia, y miran con preocupación el 2013.
En el PRO bonaerense, los Gurkas siguen pidiendo por la candidatura de Macri. Los más racionales buscan construir una alternativa propia, que sería encabezada por el Intendente de San Isidro Gustavo Posse, quien ya habría dado el visto bueno para ser candidato a diputado. Y complementado con el ministro de Seguridad porteño, Guillermo Montenegro, el economista Carlos Melconián, y el intendente de Malvinas Argentinas, Jesús Cariglino.
El PRO, mientras, intenta superar distintos problemas de organización interna y de fuertes divergencias, comenzará a armar una estructura nacional que sirva para la alicaída candidatura presidencial de Mauricio Macri.
Viernes 14 de diciembre de 2012
