Los vientos agitados de la política argentina parecen haber llegado a las puertas de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, y amenazan con meterse fuerte entre sus miembros.
Hay malestar en el supremo tribunal por algunas versiones de los últimos días. Acostumbrados, y correspondidos por la ciudadanía, a ser tratados con el respeto no sólo de sus investiduras sino del prestigio ganado en estos años por la independencia demostrada y actuada en las distintas causas en que les ha tocado actuar, de pronto se han sentido tocado por versiones y rumores que han afectado a algunos de sus integrantes.
No podemos permitir que toquen a la Corte y que nos metan en el fango de la pelea política, advierte uno de sus miembros. Hay que cuidarlo a Lorenzetti, que es un buen Presidente, agrega para desmentir que el titular de la Corte haya querido o amenazado con renunciar a la Presidencia, como circuló el fin de semana.
A fin de año hay que hablar sobre la Presidencia de la Corte, pero el tema aún no se ha debatido ni tocado, sostienen en el alto tribunal, que desmiente que el tema de la ley de medios haya sido motivo de discusiones entre sus miembros. No ha sido tema de ninguna de las ultimas acordadas, no hay razón para tratar ni analizar ese tema, dice cortante la fuente consultada.
Los rumores en torno a una ambición política del titular del Supremo, Lorenzetti, picaron también en los últimos días. Hay que decirlo.
Lorenzetti ha desmentido en más de una oportunidad que tenga alguna aspiración en ese sentido, pero las versiones vienen desde afuera. Más precisamente de algún sector del peronismo disidente que ven en el titular de la Corte un hombre de prestigio, dialoguista y que podría ser una síntesis de varios pensamientos. Pero Lorenzetti está más que cómodo en la Presidencia de la Corte, y todo parece indicar, que sus pares le renovarían la confianza a fin de año.
Varios temas conflictivos han rebotado y abierto polémicas en torno al tribunal. La actuación del Juez de Quilmes, Luis Armella, denunciado por presuntos actos de corrupción por el diario Página 12; la ambigüedad que algunos sectores del oficialismo le achacan a la corte en torno al 7 de diciembre, son temas que están preocupando a algunos de los integrantes del alto tribunal, que temen quedar encerrados en el medio de las pasiones políticas que se han desatado en el país.
El juez Armella presentó su descargo y ahora el Consejo de la Magistratura seguramente lo podría suspender en sus funciones, hasta que se tramite la causa en su contra, advierten desde el alto Tribunal, que defienden -más allá de Armella- el trabajo que la Corte ha realizado en torno al Riachuelo. Hay que investigar al juez y todo lo denunciado, pero no se puede negar que por primera vez se está realizando una acción de importancia para sanear ese curso de agua, indican desde la Corte.
Niegan que hayan actuado con ambigüedad en torno a la Ley de Medios y las resoluciones adoptadas por el alto Tribunal. Y prometen que -cuando les toque actuar de nuevo- lo harán con la imparcialidad de siempre.
Ayer pareció mandarle un mensaje al Consejo de la Magistratura que debe designar a un juez en reemplazo del jubilado Carbone para definir sobre la Constitucionalidad o no del articulo 161, designando a un juez subrogante fijo.
La Corte ha sido en todo este tiempo un límite a la desmesura o el apasionamiento de uno y otro lado, y en ese camino continuará, indica uno de sus miembros más antiguos, que advierte: No debemos permitir que la política se meta en nuestras filas. Y han cerrado filas en torno a su Presidente, Ricardo Lorenzetti.
Miércoles 3 de octubre de 2012
