PM: Si, por eso mismo te quiero contar algo de una pequeña historia. Hace 74 años, yo era un botija que empezaba a militar en una agrupación estudiantil que se llamaba Forma Universitaria y era de inspiración libertaria. Los muchachos mayores que yo que manejaban esa agrupación se definían como libertarios, impulsaban el trabajo social y cooperativo, estaban contra el Estado y contra el capitalismo, contra la explotación del hombre por el hombre y soñaban con una sociedad basada en gente autogestionaria y tenían un sentido del honor y de la solidaridad que asusta. Recuerdo que decían que se tenía que vivir del trabajo, pelear por tus derechos pero no por ser mal trabajador, porque nosotros los trabajadores no somos parásitos, no vivimos a costillas de los demás. Y hacían cuestión de solidaridad, de la creación de bibliotecas, de las agrupaciones de fraternidad y de las fundaciones civiles para pelear por la salud, por la educación y la formación de la gente. Eran francamente idealistas, se llamaban libertarios con orgullo, eran antiestado pero ferozmente anticapitalistas. Y resulta que ahora me cambiaron todo el sentido de la palabra, me han trabucado todo el idioma. Ahora se llaman libertarios, y defienden un capitalismo sin freno, atroz, sin ninguna regulación ni nada por el estilo. Es como si no existiera la ley de la tendencia a la concentración de los monopolios. Y me recordaba ayer cuando sentía el discurso de Milei, de aquellos sueños que mis mayores compañeros de agrupación hace 74 años tenían por delante. Cosa curiosa cómo cambia el sentido de las palabras, porque aquellos se sentían orgullosamente libertarios, y ahora qué se yo lo que quieren decir con la palabra libertario. Me he quedado atrasado en el diccionario como en tantas otras cosas. Esta tragedia lingüística solamente es comparable a las transformaciones que se dieron para los chinos que un gobierno virtuoso para Confucio, era un gobierno que gobernaba favoreciendo los intereses del pueblo, pero no era un gobierno en el sentido virtuoso de la economía política, no era un concepto ético, como resulta para nosotros. Con el paso del tiempo las palabras adquieren significados que no tienen nada que ver con sus orígenes. Creo que esto que llaman libertario, se debería llamar liberismo porque es anterior al propio liberalismo, porque deja por el camino los mejores aportes que hizo el pensamiento auténticamente liberal de algunos teóricos como Adam Smith que defendían la iniciativa privada pero llamaban la atención sobre las confabulaciones que hacía frecuentemente el mundo patronal en su época para mejorar la tasa de ganancia. Esto de plantear que los defectos los tienen los otros, y que nosotros tenemos todas las virtudes no solo es un disparate, es una negación de la realidad, necesitamos mercados, regulación, desgraciadamente necesitamos Estado porque nos transformamos en una selva, y si el Estado tiene defectos, luchemos por mejorarlo pero no nos quedemos a la intemperie. Por eso, nada de fanatismos, y me parece que hemos de aprender que vivir es andar y sacar conclusiones, Este señor logrará el éxito que le marque la historia, será un trágico personaje de historieta, me parece.
GS: Además, Pepe, ayer se vio un tema que usted viene desarrollando desde años y el mundo, que es el cambio climático, negado por este señor, ni Trump se animó a decir las cosas que dijo ayer Milei.
PM: Se pasa por el forro lo que desde hace más de 30 años cónclaves de hombres de ciencia que han dedicado su vida a esto vienen pronosticando y que inexorablemente se viene cumpliendo. Ignorando la evidencia, a qué extremo se puede llegar en una inteligencia media cuando se cae en el abismo del fanatismo. Es sinceramente como una caricatura del pensamiento humano. Ojalá sea posible despertar.
GS: Pepe, grandioso como siempre, abrazo enorme.