Le habían dicho que medía bien y que estaba a tres puntos del primero, y él se fue entusiasmando. Motivado, hizo cientos de kilómetros durante meses para recorrer el lugar, charlar con los vecinos y hacer campaña. Pero los resultados de las elecciones arrojaron una diferencia de más de 20 puntos, y entonces Luis Juez estalló.
A tal punto llegó el enojo con sus propios asesores, que hizo públicas declaraciones al respecto y dicen que hasta se habría agarrado a las trompadas con alguno. Al parecer, la justificación que le dieron no fue suficiente: cuando Juez los encaró, estos le dijeron que le habían dicho eso para levantarle el ánimo, ya que la campaña no iba bien y lo veían alicaído.
Miércoles 17 de agosto de 2011