Cuando la Presidenta inaugure el periodo de sesiones ordinarias en el Congreso el 1º de marzo, el Gobierno deberá despejar si cuenta con el aval oficial la posibilidad de una reforma constitucional, idea que lanzará públicamente el vicepresidente Amado Boudou y otros legisladores del oficialismo, o si simplemente está en el deseo de ellos.
En ese sentido, Cristina Kirchner tendrá quedar una señal al Parlamento, ámbito donde debe desarrollarse el debate que habilite una reforma, o en caso contrario, quedaría descartada la misma.
Viernes 17 de febrero de 2012