En charla con Pablo Ladaga, el referente del Movimiento Nacional de Inquilinos e Inquilinas, Diego Fernández Camillo, y la presidenta del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de CABA, Marta Liotto, analizaron la actualidad de los alquileres y del negocio inmobiliario y ambos coincidieron en la necesidad de implementar alternativas que mejoren la situación de ambas partes.
“Hay un problema cultural porque a la propiedad se la ve como una mercancía y no como un bien para la comunidad, que debe construirse para generar sociedad con mayor igualdad y dignidad. Hay una simplificación real y cruda de todo esto que es un funcional al mercado inmobiliario entonces es más fácil echarle la culpa a la nueva ley de alquileres como para el sector inmobiliario diga que es difícil sostener la rentabilidad. Tenemos una economía muy retorcida con salarios que son bajos y niveles inflacionarios históricos. En este marco el sector inmobiliario pretende una rentabilidad igual o mayor a la del año pasado y obviamente va a haber un choque de intereses muy fuerte. Todos aquellos que alquilamos somos trabajadores y trabajadoras y dependemos en un 90% o 100% del salario”, precisó Diego Fernández Camillo quien representa al Movimiento Nacional de Inquilinos e Inquilinas.
“Lo que esta ley no regula son las renovaciones contractuales de precio, y hace casi 3 años superan a la inflación interanual calculando una rentabilidad de casi el 5% arriba de la inflación anual y reduciendo los tiempos de recuperación del inmueble. El sector inmobiliario sigue ganando pero parece ser que pretende ganar mucho más”, dijo.
Desde el otro sector del negocio inmobiliario, opinó Marta Liotto, quien es presidenta del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de la Ciudad de Buenos Aires.
“El mercado hoy se encuentra muy golpeado, está sufriendo una crisis histórica donde se está conjugando la situación económica como la ley de alquileres que tenemos que realmente no da pie con bola. Estamos en una situación más que críticas, las dos partes la están pasando muy mal, y nosotros los inmobiliarios también, porque no podemos encontrarle la solución a ninguna de las partes. Es una combinación explosiva que lo único que hace es generar malestar a todas las partes”, indicó Liotto.
Expresó que “el precio de la renovación de contratos es libre, no está regulado. La contratación es entre partes, se trata de acordar el precio y si se trata de un inquilino que ha cumplido y ha estado a la altura de las circunstancias, es lo que buscan los propietarios, que se cuide y se mantenga el inmueble como refugio de valor si en algún momento decide vender”.
Volviendo al sector inquilino, Fernández Camillo destacó que una de las alternativas es “regular el precio de los alquileres. Estamos dando el 40% o el 50% de nuestro salario hacia un sector que tiene una concentración del ladrillo muy grande”.
Por su parte, Marta Liotto opinó que “la rentabilidad para el sector inmobiliario es la más baja de la historia. Lo que falta es el compromiso del Estado para dar una mejor solución al inquilino y alcanzar la casa propia, y esa debería ser la primera bandera que levanten los inquilinos y pocas veces la escucho. Hablan del sector inmobiliario que ha invertido en el país y no la llevó afuera, apostó al refugio de valor y a tener el día de mañana una jubilación un poco más digna. Si no hay una política crediticia que atienda las necesidades de un montón de familias que hoy no pueden acceder bajo ningún punto de vista a la propiedad, lo que vamos a encontrar es que vamos a tener dentro de 10 o 15 años, jubilados que no llegaron a casa propia y van a cobrar la mínima”.