En comunicación con Mañana Sylvestre, el ex ministro de Educación de la Nación opinó sobre la polémica suscitada en medios y redes sociales por la conducta de la profesora de La Matanza debatiendo sobre política con un alumno en plena clase. Para Sileoni, “siempre es bienvenida la discusión política en la escuela”, y el alentar “la circulación de ideas” pero “sin gritos”.
Para hablar de lo ocurrido la pasada semana con la docente Laura Radetich, de la escuela técnica N°2 «María Eva Duarte», quien mantuvo un acalorada discusión política con un alumno de su clase, estuvo en Mañana Sylvestre el ex ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, quien defendió el intercambio de ideas al interior del colegio aunque reconoció excesos de la docente, por la forma en que planteó el debate.
“Quizá la docente se corrió un poco de lugar, con los estudiantes no vale enojarse, no se puede discutir de la misma manera que discutís con un par, hay una relación asimétrica. Pero el chico dijo que aprendió”, destacó Alberto Sileoni en Radio 10.
El ex funcionario de la cartera educativo reconoció que no fueron adecuados los modos en que se dirigió la docente al alumno, y también cuestionó el uso de “un pensamiento binario, de ellos y nosotros”, aunque respaldó el ingreso de la discusión política al interior del aula.
“En esta campaña no hay ideas circulando, necesitamos que lo haya, hay que confrontar ideas sin gritos. La escuela se debe diferenciar de la sociedad, porque la escuela tiene que ser reconocimiento, diálogo y reconstrucción colectiva», sostuvo.
Además, Sileoni diferenció la conducta de Radetich, de la del director de un colegio porteño, Gustavo Albónico, quien defendió a la dictadura militar.
«Pareciera que el adoctrinamiento siempre va en una sola dirección, y que adoctrina siempre el campo popular. No considero que haya allí una instancia de adoctrinamiento, creo que hay que separar lo del profesor de la Ciudad y lo de la profesora de Ciudad Evita. En uno se infringió la ley porque no se puede hacer apología de la dictadura», reflexionó.
«Siempre la discusión es decir que hay profesores que adoctrinan a sus alumnos y los llevan de las narices, y eso no ocurre. La discusión profunda (que se quiere imponer) es un castigo para que no se hable de política. La política es absolutamente bienvenida, porque la vida entre en la escuela y es bienvenida la política y la discusión», aclaró.
Y añadió: “Estoy de acuerdo en que un docente pueda decir en dónde está parado, porque aunque no lo diga evidentemente se nota, los alumnos se dan cuenta”.
