No hay dos sin tres. Tras la frustrada experiencia con la Concertación Plural K (que lo terminó uniendo transitoriamente con Julio Cobos) y la proximidad inconclusa con Mauricio Macri, del PRO, el intendente radical de Neuquén, Horacio «Pechi» Quiroga, se apresta a confraternizar con el «presidenciable» Sergio Massa y su equipo, que el próximo lunes llegará a la capital provincial invitado por el bloque peronista de Unión Popular, distanciado del MPN a raíz del alineamiento del gobernador Jorge Sapag con el kirchnerismo.
El nexo entre Massa y Quiroga que, en principio, se traducirá en un convenio de intercambio de experiencias municipales (en especial, en materia de seguridad), lo hizo otro jefe comunal, el de la localidad bonaerense de Junín, Mario Meoni, quien en las últimas elecciones parlamentarias se alejó de la estructura de la UCR para sumarse al Frente Renovador que aventajó al Frente para la Victoria por 12 puntos.
«Estoy dispuesto a charlar, en un marco institucional por ahora, ya que para el 2015 falta una eternidad y pueden pasar muchas cosas… en el futuro está todo abierto, veremos», declaró ayer Quiroga, mientras que voceros de Massa dijeron que el viaje a la Patagonia podría marcar el comienzo del despliegue por el interior del país para consolidar un proyecto superador al actual modelo económico y social. El programa de actividades aún no había sido concluido, pero se supo que se desarrollaría un seminario con la participación, entre otros, de los ex mandatarios Felipe Solá y Mario Das Neves, el intendente de Almirante Brown, Darío Giustozzi y los especialistas en materia financiera Martín Redrado y Miguel Peirano.
Quiroga recordó que sus contactos con Massa, estando éste al frente del municipio de Tigre, datan de un año y medio atrás. «Me pareció un hombre con gran capacidad de gestión», subrayó.
Trató de salir al cruce de las especulaciones periodísticas, aunque reconoció que está dispuesto a «esmerarse» para trabajar con «gente que habla mi mismo idioma acerca de los problemas cotidianos» y construir una «fuerza de reemplazo» dentro de dos años, cuando concluya el período presidencial de Cristina Fernández. En tal sentido, apuntó que «no se debe cometer el mismo error en el que incurrió el denominado Grupo A (en el 2009), que se transformó en un conjunto de egresados que viaja a Bariloche o Villa Carlos Paz».
«A partir del año próximo, no solo hay que prepararse para ganar una elección, sino para construir con aplomo una alternancia que inexorablemente se dará tras el poskirchnerismo».
Cuando se le hizo notar el distanciamiento entre Massa y Macri debido a sus ambiciones personales, Quiroga indicó que como ambos buscan «algo más o menos parecido», una buena manera de superar esa dificultad es una gran interna abierta. «Hay que dejar de lado los egoísmos y, una vez asumido el compromiso, no saltar el cerco».
En declaraciones a «Río Negro», Macri afirmó hace un mes que no está dispuesto a pactar ni con el PJ, ni con la UCR y que explorará una «tercera vía». Al respecto, sostuvo que Daniel Scioli, a quien definió como su «amigo», pretende gobernar con el partido peronista y que si bien Massa rechaza incorporarse a un «edificio derrumbado», también se propone captar la burocracia que le es propia al peronismo.
«Pechi» Quiroga apela al pragmatismo para tratar de que en el futuro confluyan Massa y Macri. «Creo que de un lado estarán los que quieren que la Argentina siga fuera del planeta, como Venezuela, y del otro deberíamos estar los que consideramos que la Argentina vuelva a ser un país respetado, faro de Latinoamérica y del mundo».
Arnaldo Paganetti, del diario Rio Negro.






