InicioActualidadQue vuelvan las internas

Que vuelvan las internas

En su editorial para la revista Newsweek, el periodista Gustavo Sylvestre abogó por la necesidad de recuperar la competencia interna en los partidos políticos tradicionales como pilar fundamental para revitalizar la institución democrática. Esta y otras interesantes notas y opiniones se podrán encontrar esta semana en Newsweek en el kiosko más próximo a su domicilio. 
La desaparición de los partidos polticos solo favorece a aquellos sectores que no creen en la democracia. Por eso es urgente recuperar las identidades de los partidos, mejorar la

calidad de la representación.

 

La fragmentacion poltica que muestra la Argentina de hoy ha quedado plasmada en el último cierre de listas en la Provincia de Buenos Aires, donde se inscribleron nueve frentes electorales para competir en los.comicios legislativos del próximo 7 de septiembre. Lejos quedaron aquellos tiempos en gue los votantes se acercaban al cuarto oscuro y encontraban la famosa Lista 3 de la Unión Cívica Radical, una boleta socialista o alguna del peronismo puro con las fotos de Eva y Juan Perón. Ya son historia.

Para las elecciones bonaerenses ya no sólo no se encontrarán las boletas del radicalismo o las del PRO con su reconocible color amarillo, sino que habrá que buscar con la lupa nombres de los miembros de esos partidos.
Lo que la dirigencia de la UCR ha hecho es imperdonable: contribuyó a la extinción de un partido centenario indispensable para el sistema democrático.Y lo mismo ocurre en el PRO, que sigue el mismo camino. El PRO gobernó 18 años la Ciudad de Buenos Aires y llegó a la gobernación de la Provincia, e incluso a la Presidencia de la Nación. Pero en estos tiempos libertarios que corren, tienen que estar pidiendo «por favor» un lugarcito en las listas que arma Karina Milei.
Hace un año, uno de sus principales dirigentes aseguraba que ellos eran la «derecha correcta y educada», que iban a perdurar después del paso de Milei (que representaría a la derecha maleducada e incorrecta) y a mantener las bases de un partido de derecha dentro de los cánones de la República. Todo eso podría desaparecer en octubre si tambiên en la Ciudad el PRO cierra una alianza con las fuerzas liberarias para obtener al menos un lugar para María Eugenia Vidal.
La izqulerda. que insiste en ir dividida, tambiến corre el riesgo de desaparecer en la consideración pública si no hace esfuerzos para la unidad de todas sus vertientes, organizando una gran interna que la fortalezca.

 

¡Las internas! ¡Cómo han perdido los dirigentes políticos argentinos esa sana costumbre de someterse a la voluntad de sus afiliados para que elijan quiénes los representarán! Prefieren el uso de la lapicera y aceptar la decisión de un grupo de dingentes encerrados en una habitación.

Con todo, en la Provincia el peronismo es el único partido que puede aún mantener una base fuerte de organización y que, mal que les pese a sus detractores, es el único que puede armar una lista de unidad en la que están representados desde Guillermo Moreno hasta Juan Grabois, pasando por La Cámpora, el Frente Renovador de Massa y el Movimiento Derecho al Futuro del gobernador Axel Kicillof. Solo le faltaria al justicialismo darse internas en las que sus afiliados puedan elegir desde autoridades partidarias a candidatos a cargos electivos.
Urge, en esta Argentina desbordada por los ataques a las instituciones lanzados desde el mileísmo, reconstruir un sistema de partidos politicos fuerte, que sirvan a la alternancia en el poder,como ocurre en las democracias de Europa, Estados Unidos,Uruguay o Chile. En nuestro país ha quedado demostrado que crear alianzas coyunturales confeccionadas con pedazos de distintos partidos para llegar al poder no augura un éxito en el Gobierno, porque luego no pueden plasmar un programa único de gestión.
La baja participación ciudadana en las recientes elecciones realizadas en la Ciudad y en distintas provincias son un síntoma, no solo de que parte de la sociedad está insatisfecha con los resultados de los últimos gobiernos,sino también de que la gente no encuentra canales de participación en los partidos politicos, que hoy no les garantižan candidatos con los que puedan identificarse.
La mala calidad democrática que se observa en el Parlamento argentino, la peor en estos 41 años de democracia,tambiền es la demostración de la desaparición de estructuras partidarias que deberían fomentar la formación de dirigentes políticos capacitados para la tarea legislativa en el manejo del Estado.
No es un tema menor. Es urgente la reconstrucción de los partidos políticos en nuestro pais. Su inexistencia solo ayuda a aquellos sectores que no creen en la democracia y que suelen usar al Estado como botín de guerra para favorecer a minorías poderosas.

Te puede interesar