La presidenta Cristina Fernández supo en los últimos meses olfatear a tiempo los cambios de humor social y modificar estilos para rectificar rumbos; esto le permitió protagonizar la recuperación política que devino en el triunfo de las elecciones primarias. En ese contexto, mejoró la relación con el gobierno porteño y se dio cuenta de que no puede seguir ignorando a un Macri legitimado por más del 60% del electorado de la Ciudad de Buenos Aires.
El trabajo que viene realizando su entorno para que se junte con el líder del PRO, tiene el objetivo de continuar por ese camino y profundizar el nuevo estilo. Y es que la Presidenta sabe el valor que tiene esa reunión con quien se proyecta como su adversario político para los próximos años; y además, que significaría dar otro paso en su compromiso de retomar el diálogo político con otras fuerzas.
Miércoles 31 de agosto de 2011
