El ex titular del Banco Central de la República Argentina, Miguel Ángel Pesce, analizó la reciente decisión oficial de acelerar el ritmo de devaluación y advirtió que la medida expone tensiones serias en el programa económico, con impacto directo sobre exportaciones, mercados financieros y la relación con el Fondo Monetario Internacional.
“El Banco Central decidió acelerar la devaluación para evitar un atraso cambiario que afecta a las exportaciones y también la credibilidad del programa con el Fondo”, explicó el ex titular del Banco Central en tiempos de Alberto Fernández, Miguel Ángel Pesce en charla con Sylvestre. Según precisó, el efecto inmediato sería una corrección del orden del 2,5%, aunque alertó que el trasfondo es más profundo.
“Están en un punto de dificultad en el programa económico”, remarcó, y agregó: “La gente sigue comprando dólares cuando tiene capacidad de ahorro, y eso le está cobrando una mala pasada al esquema actual”.
Exportaciones, FMI y dólares en tensión
Pesce se refirió a las proyecciones de exportaciones que maneja el organismo internacional y su relación con la disponibilidad de divisas. “En el pasado las exportaciones fueron de 2,8 billones de dólares. La previsión del Fondo es de 2,9 billones. Vamos a ver si se cumple”, señaló.
No obstante, advirtió que esas metas dependen de múltiples factores: “Esto va a depender también de los dólares que se pongan sobre la mesa y del comportamiento de los mercados”.
En ese contexto, cuestionó la dinámica actual del mercado cambiario: “Todos los mercados siguen comprando dólares y eso presiona sobre el sistema”.
Controles cambiarios y sanciones
Durante la entrevista, Pesce defendió los mecanismos de control implementados durante su gestión al frente del BCRA. “El Banco Central no le vende dólares a operadores cambiarios, sólo le vende dólares a los bancos”, aclaró, y precisó: “No vende billetes, vende dólares en cuentas dentro del propio Banco Central o en el exterior”.
En relación con las irregularidades detectadas, fue contundente: “Durante nuestra gestión se cerraron 536 operadores cambiarios que no cumplían con la normativa”.
Además, detalló el volumen de sanciones aplicadas: “Se impusieron multas por más de 60.000 millones de pesos, tanto a personas como a instituciones”.
Pesce subrayó que los procedimientos fueron formales y sostenidos en el tiempo: “Todas estas investigaciones comenzaron durante nuestra gestión y los mecanismos de control funcionaron”.
Desregulación y advertencia histórica
El ex funcionario también trazó un paralelismo con procesos de desregulación anteriores. “Hay que ser muy cuidadosos cuando se desregula el sistema financiero, porque después los efectos son muy difíciles de contrarrestar”, advirtió.
Y recordó experiencias pasadas: “En los años de fuerte desregulación financiera se pagaron costos muy altos, en miles de millones de dólares”.
Un escenario frágil
En su diagnóstico final, Pesce insistió en que la combinación de atraso cambiario, presión dolarizadora y desregulación configura un escenario delicado. “No era el momento para avanzar en este tipo de decisiones”, afirmó.
“Las operaciones cambiarias están reguladas por normas claras del Banco Central, y cuando eso se relaja, los problemas aparecen”, concluyó.
