No se trata ni de los indignados españoles, ni de los manifestantes ingleses que asedian Downing Street; tampoco de los estadounidenses amenazados por la crisis financiera ni de los chilenos que reclaman en las calles de Santaigo un cambio de reglas. Son locales y tienen un rol cada vez más importante en la política nacional; de hecho, en las primarias, estuvieron en el foco de la escena. Estamos hablando de los encuestadores.
No son pocos los que se quejan, angustiados, porque no los contrata ni el gobierno ni la oposición. Los unos, porque están tranquilos después del triunfo obtenido en las primarias; los otros, porque están perdidos y no saben qué hacer ni qué estrategia seguir. Actores principales de las campañas políticas, están seguros de que, más temprano que tarde, su voz será escuchada.
Viernes 26 de agosto de 2011