En Mañana Sylvestre, el sacerdote católico dedicó algunas palabras para interpretar el sentido de la Semana Santa, y destacó el amor como conexión entre los hombres, y la fe como herramienta de valor para la vida cotidiana.
En diálogo con Mañana Sylvestre, el padre Adrián Santarelli dejó algunas reflexiones sobre la llegada de Semana Santa, y de los valores que los feligreses deben levantar en estos días de celebración pascual.
“Hay palabras que para mí juntan las tres celebraciones más importantes que revelan el misterio cristiano, lo que Cristo nos quiso dejar: el jueves santo donde celebramos la última cena, la cena con el señor donde Jesús nos invita a todos en la mesa. Un padre de familia siempre los quiere a todos. En el jueves santo, Jesús dice: ámense los unos a los otros como yo los he amado”, señaló Santarelli.
En Radio 10, dijo que “lo natural que queremos es amar, si te levantas a la mañana y tenés alguien a quien amar uno tiene felicidad y si te sentís amado tenés felicidad. A veces se han perdido los amores, nos hemos peleado, no nos hemos entendido, nos hemos encerrado, se nos endureció el corazón, ese fracaso y esa frustración del corazón cada semana santa, Jesús vuelve a golpear la puerta y te dice abrime la puerta y cenaremos juntos, tengo un pan nuevo para darte después de todas tus heridas, tus encierros. El jueves es volver al amor”.
“Hoy es viernes santo, y es dios que asume la muerte del ser humano. La historia empieza con el hombre que se aparte de dios, y la segunda historia es Caín que mata a Abel. No vemos el sentido grande de la vida que le pone la presencia de dios, y matamos al justo, el más fuerte se impone al más débil. El viernes es dios que asume que la vida tiene esa dimensión, no la podemos negar, pero tampoco nos ponemos resignar. Es el justo que a medida que va caminando con su justicia va dejando una huella en la que quedando descubiertas las intenciones de cada uno. Se ve un Judas que lo traicionó por 30 monedas, la cobardía de Pedro, quedan al descubierto las miserias humanas que tenemos que transformar”, acotó.
En el cierre, comentó que “la palabra es la fe, somos hijos de la vida y no de la muerte, la fe de que Jesús ha resucitado significar que todos podemos resucitar”.






