Primero, fue la tragedia de Flores: el 13 de septiembre del año pasado, por el mal funcionamiento de una barrera, un colectivo fue arrollado por una formación; murieron 11 personas y hubo más de 200 heridos. Ahora, por causas que todavía se desconocen, una formación que no frenó a tiempo chocó contra el paragolpes de contención de la terminal de trenes de Once de la línea Sarmiento, dejando un saldo de 49 muertos y centenares de heridos. Dos tragedias y una misma compañía: TBA.
Trenes de Buenos Aires S.A., de los hermanos Cirigliano, es quien tiene la concesión del servicio que une Once con Moreno (en el gran Buenos Aires). Recién pasado el mediodía, varias horas después del accidente, emitió un comunicado en el que dijo estar realizando «todas las tareas de investigación» para lograr el «pronto esclarecimiento del hecho», y que enviaba sus «condolencias a los familiares de los pasajeros fallecidos». Asimismo, informó que el servicio en cuestión se estaba «prestando en toda su extensión, entre las estaciones Once y Moreno».
La compañía de los Cirigliano, que fue multada en 2007 por el juez federal Ernesto Marinelli por una suma de $10.000 debido al mal funcionamiento del Sarmiento, se había hecho cargo también (junto a Metrovías y el Belgrano Norte) de la concesión de la ex línea Roca. Fue después de que el gobierno nacional le quitara la concesión a Sergio Taselli, tras varios incendios de estaciones ferroviarias ese mismo año. Hoy, TBA vuelve a estar en el ojo de la tormenta por una tragedia ferroviaria, en momentos en que los servicios de transporte colectivo, los controles y subsidios del Estado Nacional son cuestionados.
Subsidios y servicio
El Mo.Na.Re.FA. (Movimiento Nacional para la Recuperación de los Ferrocarriles Argentinos), sostiene que desde la privatización de los ferrocarriles en la década de los 1990, los accidentes fatales aumentaron fuertemente. Entrados ya en los 2000, nada cambió, o peor: lo que cambió fue que se incrementaron los subsidios que cobran las empresas por el servicio que prestan. Los concesionarios de trenes y subtes embolsaron entre enero y septiembre de 2011, un 47% más que en 2010: $3.385 millones. Sólo en enero, recibieron $291 millones en subsidios estatales. Puntualmente, TBA embolsó $76,9 millones por las líneas Mitre y Sarmiento.
Responsables
En momentos en que se pide a gritos saber quiénes son los responsables, el secretario de transporte de la Nación, Juan Pablo Schiavi, anunció que el Gobierno tiene «mucho material de investigación» y que lo puso «a disposición de la justicia» para esclarecer el hecho. «El Estado, que está presente y no ausente, está haciendo una investigación técnica muy exhaustiva. En poco tiempo vamos a saber cuál es la verdad porque tenemos mucha información», indicó en una conferencia en la que no aceptó preguntas. Por otra parte, hay quienes se preguntan qué pasará con la concesión de TBA en la línea Sarmiento, y si después de esto cambiará algo en los controles sobre los servicios de transporte, para mejorar la forma en que viajan miles de personas todos los días en Buenos Aires.
Miércoles 22 de febrero de 2012