“Es el dia más triste en mi almanaque y es el día en que me permito llorar”, manifestó Silvia Irigaray, una de las fundadoras de la Asociación Civil Madres del Dolor, al cumplirse un nuevo aniversario de la Masacre de Floresta, que se llevó la vida de su hijo Maximiliano Tasca, además de la de los jóvenes Cristian Gómez y Adrián Matassa.
“La muerte violenta hace añicos la vida, te destrozá. Uno junta los pedazos para seguir pero queda una cicatriz horrible y hay que hacer algo pensando en los demás, y eso hago cada dia de mi vida”, refirió Irigaray en diálogo con Radio Del Plata.
La mamá de Maxi habló de la reciente misa desarrollada en la parroquia de La Candelaria, donde concurrieron Madres del Dolor.
“Sentí que fue una misa preciosa. Había mucho dolor, estaba la mamá de Lola Chomnalez, de Angeles Rawson, infinidad de padres que había pasados por un dolor así, pero también comisarios y subcomisarios. Y eso está muy bien, es una manera de demostrar que no todos son mala gente”.
La Masacre de Floresta ocurrió el 29 de diciembre de 2001 en el barrio de Floresta, cuando el policía Juan De Dios Velaztiqui, mató a quemarropa a tres jóvenes dentro de un minimercado de una estación de servicio, molesto por los comentarios que los chicos habían realizado, en medio de lo que fue la caída del gobierno de Fernando De la Rúa.
Miércoles 30 de diciembre de 2015