Las conversaciones con el socialismo están congeladas desde el desplante de Hermes Binner; de igual manera, las negociaciones con De Narváez en la provincia de Buenos Aires. Corren días turbulentos en el radicalismo y, mientras esperan una definición, van ensayando otras posibilidades. Tienen el candidato a presidente pero falta resolver aún quién lo acompañará en las presidenciales de octubre.
Por estos días, en las huestes de Alfonsín están analizando ir solos a nivel nacional y reflotar la histórica lista 3. Y una de las alternativas que suena más fuerte para completar la fórmula es una ex-ari y ex integrante del gobierno nacional: Graciela Ocaña. Creen que los perfiles de ambos son complementarios y que podría ser una fórmula más que interesante para conducir los destinos radicales en el ámbito nacional.
