La doctora en Antropología de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y especialista en temas de la cultura popular habló en Mañana Sylvestre sobre la tradición porteña y nacional del carnaval en el país.
Desde este fin de semana se festeja el feriado de carnaval en varios puntos del país, y en la Ciudad de Buenos Aires habrá la presentación de 33 corsos distribuidos en distintos barrios, y con participación de más de 100 agrupaciones y 10 mil murgueros.
En Mañana Sylvestre dialogamos con Alicia Martín, doctora en Antropología de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA, y especialista en cultura popular y tradición murguera, quien detalló los orígenes y el desarrollo histórico de los festejos en el país.
“Durante la época de Rosas en donde había amenazas externas muy poderosas, era interesante porque comenzaban los juegos con agua después del mediodía y se daba el inicio de los festejos con un tiro de cañón desde el Fuerte de Buenos Aires. Y esa secuencia de festejos se mantuvo hasta siglo XX durante mucho tiempo. Después venía la ida al corso que era tempranero y las familias llevaban a los niños disfrazados y había concursos de disfraces y se hacía concursos de baile”, explicó Alicia Martín en charla con Sylvestre.
“La Boca era el reino de las agrupaciones humorísticas que armaban cuadros mímicos con camiones sin baranda. El cuadro más famoso era el que representaba el quirófano, donde el enfermo de vez en cuando pataleaba, se escabullía y saltaba del camión”, comentó.
Sobre el lenguaje intrínseco del carnaval y su impronta popular y barrial, la especialista puntualizó que “hay un trabajo poético poco reconocido donde la murga se presenta como la portavoz comunitaria, es la voz del pueblo. Aparecen detalles y registros sobre las cosas que en general pasan desapercibidas”.
“En los barrios se ha mantenido la celebración, hay un trabajo importante en las agrupaciones que son muy interesantes, porque hacen un trabajo territorial. Y las integran distintas generaciones y es una actividad relativamente accesible porque nuestra murga no es muy profesionalizada con lo cual nadie pide se sepa leer música ni tener determinada destreza a la hora de bailar”, agregó.
Y planteó críticas a la forma de abordaje que tiene el Gobierno de la Ciudad respecto de estos festejos populares.
“En los medios se anuncia solo los cortes de calle por la presencia de murgas, como diciendo ya están molestando estos tipos que te vienen a cortar la vereda de tu casa y te van a dejar sin dormir hasta las 2 de la mañana. Hay una construcción oficial o dominante donde está instalado que la murga molesta”, detalló.
Añadió que “la murga porteña tiene 5 temas cantados: El recitado de presentación, la canción de presentación, la crítica, las despedidas y homenajes. Siempre hay una crítica política, y una social. Las murgas porteñas les han cantado a los grandes héroes populares, desde Maradona hasta los héroes barriales y desconocidos. No hay otra festividad donde quede tan marcada la impronta de las crónicas de costumbres como ocurre en el cancionero de carnaval”.
“El país tiene historias de candombes, porque existía en las dos márgenes del Río de la Plata. Y a fines del siglo XIX y principios del siglo XX va languideciendo. Yo tengo la teoría de que muchas expresiones del desfile del candombe han quedado en la murga porteña. El tema de los colores y del desfile bailado. La murga es un fenómeno multimedia, porque hay desfiles y bailes, hay percusión, música, canción y poética. Hay una serie de lenguajes artísticos muy interesantes y todos unidos”, finalizó.
