En su espacio de reflexión de los días jueves en Mañana Sylvestre, el ex mandatario oriental cargó contra las conductas hiperconsumistas que hoy reinan en casi toda la sociedad occidental y que obligan al gasto eterno, y a la creación de permanentes estímulos ficticios detrás de los cuales se va cada día.
Aquí les presentamos la transcripción completa de la conversación entre Gustavo Sylvestre y el ex presidente de Uruguay, José Mujica, en su columna correspondiente al jueve 10 de agosto de 2023 en Mañana Sylvestre.
GS: Vamos al encuentro con el ex presidente de la República Oriental del Uruguay, José “Pepe” Mujica. Vamos Pepe.
PM: Nos toca admitir, querido, que nos toca una época donde el tiempo se transformó en una mercancía y estamos sometidos en estas sociedades -que se pueden llamar sociedades de rendimiento-, toda nuestra vida peleamos por una chaucha que va creciendo y tenemos que vivir para hacer cosas, porque la demanda material que nos va creando la cultura que nos rodea permanentemente nos obliga a un compromiso económico de renovar y comprar, y terminamos inmersos en una cultura de autoexplotación. Estos conceptos están muy desarrollados por un filósofo coreano que da clases en la Universidad de las Artes de Berlín, Byung-Chul Han, al que recomiendo leer. Habla de las sociedades del rendimiento y de la autoexplotación. Yo en mi juventud veía que el capitalismo era la última etapa del imperialismo, y nos quedamos cortos. No solo no es la última etapa, sino que vivimos el consumismo, que es una cultura que nos domina por todas partes. Y el tiempo de la vida se nos va al punto que pasan cosas como estas. En mi pequeño país importamos 17 millones de pares de zapatos, y somos 3,5 millones. Ni que fuéramos ciempiés. Y a ustedes les pasa lo mismo, porque en cada casa tiene que haber 3 o 4 celulares, y la plata nunca alcanza. Hay que inventar y trabajar más y más. Y aunque tengas mucho, tampoco alcanza y así sucesivamente. Hasta que esto se ha arruinado. Y digan como yo: Qué poco me va quedando de lo poco que tenía. Todo se me va acabando menos la melancolía. Quiero dejar flotando esta pregunta: ¿Por qué el viento aviva el fuego cuando no puede apagarlo? ¿Y por qué el corazón se duerme si el alma sigue soñando? Son versos de un viejo profesor que tuve que se llamaba Don José Bergamín, el último ministro de Cultura de la República Española. Hasta siempre.
GS: Gracias, Pepe querido, por dejarnos estas reflexiones que siempre vienen bien. Son justas para pensar, reflexionar en estas pausas que muchas veces tenemos que hacer como sociedades. Para la pelota y pensar a qué estamos jugando. Pepe Mujica y otro jueves con nosotros.