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La columna de Pepe Mujica: “Si se degrada la calidad del debate nos degradamos como sociedad”

El ex mandatario uruguayo, en su habitual columna de opinión política en Mañana Sylvestre fijó su posición respecto del bajo nivel de debate en Argentina, y sostuvo “nadie se debe meter en las cuestiones personales, uno puede ser de derecha o de izquierda, pero siempre se debe mantener la altura”.

Para analizar la actualidad del Cono Sur, estuvo en Mañana Sylvestre el ex presidente del Uruguay y referente histórico del Frente Amplio, José “Pepe” Mujica, en su tradicional columna de opinión de  los jueves en Radio 10.

En esta ocasión, Mujica habló sin mencionarlo del caso Florencio Peña, y llamó a la oposición a elevar la altura del debate político.

GS: Buen día, Pepe, ¿Cómo estamos?

 

PM: Bien, un gusto saludarlos a la distancia,

 

GS: Mire que acá, le quiero recordar, tiene que poner fecha cuando pueda, que lo está esperando el presidente Alberto Fernández para condecorarlo. Tiene una condecoración pendiente en Argentina.

 

PM: Alberto ya me condecoró con su amistad, con el compañerismo, con el abrazo de los caminos. Ahora, la otra es simbólica, pero yo tengo mucho que reconocerle al pueblo argentino y a su presidente, y sabés por qué te lo digo, porque los países son hijos de su historia, y la historia humana tiene premios y fracasos. A veces, la Argentina, nos ve maravillosos a los uruguayos que no somos maravillosos. Somos humanos. Pero tuvimos la suerte de algunas excepciones. Voy a leer una frase, una pequeña frase de un hombre que lo escribió por 1924 pero fue presidente dos veces del Uruguay, fijate la fecha, fue presidente en 1904 y en 1910, pero gravitó como 30 años en nuestra política, una especie de Yrigoyen uruguayo, pero con más suerte que Irigoyen porque no lo destronaron. ¿Sabes que decía? “La propiedad privada es una gran injusticia, el mundo -puede decirse sin equivocarse-, es de todos. El que viene al mundo viene con el derecho de poner los pies, por lo menos en él. Es tal, como está organizada la sociedad, hay muchos que nacen sin tener donde asentar sus pies, la propiedad en realidad no debe ser de nadie,o mas bien dicho debe ser de todos, y la entidad que represente todos, es la sociedad”, esto lo decía el don José Batlle y Ordóñez en 1924, este hombre con su cabeza, fue el primero que dio la disolución del matrimonio por la sola voluntad de la mujer y reconoció la prostitución y separó a la Iglesia del Estado y tuvo una pelea infernal de 30 años, pero puso los cimientos de muchas cosas de Uruguay en su tiempo, y dentro el medio de esa batalla tuvo la suerte que la junta militar no se le atravesó, como le pasó a Hipólito Yrigoyen en la Argentina. Estas son las causas profundas que nos dieron cierta identidad, porque este señor allá en 1910, se dio cuenta de la importancia de la generación eléctrica y nacionalizó la producción de energía hasta hoy. Y se dio cuenta de la importancia que tenía el plebiscito, los referéndums, y fue el primero en América que reconoció las 8hs (de jornada laboral) y cosas por el estilo. A este Uruguay todavía le quedaba algo de lo mucho que le debemos a nuestros abuelos, y eso fue porque así se dio la historia. ¿Por qué te digo todo este rosario? Porque he visto televisión argentina estos días, y me duele el chusmerio en el que caen. Y sabes que acá hay una especie de ley, de pacto no escrito, que se ha mantenido a lo largo de los años, y nadie se mete en las cuestiones personales, íntimas, del acontecer humano del sistema político. Eso no se utiliza en la contienda política, es como una cosa, no es que seamos santos ni perfectos, no. somos humanos, pero no usamos por tradición, no usamos la bagatela de nuestra humanidad en la contienda. Y ya veo a la pobre Argentina enferma de estas cosas, y se destruye la confianza entre ustedes mismos. Hay que levantar la mirada un poco más lejos, se puede ser de derecha, de izquierda, de centro, como quieras, pero hay que tener cierta altura, y hay que pelear por eso. Es demasiado grande la Argentina, demasiado hermosa. Tiene cosas maravillosas, el único país de América Latina que tiene premios Nobel, tiene formulado un grado de inteligencia y sabiduría, atesora la intelectualidad de su gente una fortuna, y hay que pelear por no envilecer vuestra propia historia. En homenaje a lo mejor, digo, de Argentina.

 

GS: Qué bueno, Pepe, escucharlo a usted que le diga a los argentinos estas cosas, porque realmente es lo que ha sucedido, y además con muchas mentiras, sacando de contexto reuniones, que nada tienen que ver con la orientación que le han querido dar. Pero mire sin hablarlo, yo quería esta mañana consultarle, porque esto es producto también de la derecha en Argentina que está sacada fuera de todo límite, y que Juan Carlos Monedero nos decía este año, la internacional de la mentira, lo que las derechas en el mundo están haciendo para destruir todo lo que sea popular. Cómo usan la mentira como instrumento, y el odio, como instrumento de acción política, hoy por hoy.

 

PM: El problema, es que es un bumerang va y viene, y en realidad terminan portando todo el clima de la sociedad, porque es inevitable que produzcan relaciones a la altura de lo que procesan. Entonces terminamos todos dados en el zócalo, este es el problema. Se degrada la calidad de la propia sociedad. Si se degrada la calidad del debate, si se degrada la altura del debate, de la confrontación de ideas, en realidad va a repercutir en toda la sociedad. Nos degradamos como sociedad, este es el problema. Se sabe dónde empieza, pero no se tiene idea en donde se termina. Lógicamente si se siembran vientos, vienen tempestades, y creo que eso nos lleva a la lógica del fanatismo. Y en realidad es una pérdida, porque una cosa es la pasión, y otra cosa es el fanatismo. El fanatismo nos enceguece y termina envileciéndonos. Yo lo lamento porque todos estamos expuestos a eso. Si uno de los contendores baja la calidad de su debate, contribuye a rebajar también la calidad del debate al otro, nos degradamos como sociedad.

 

GS: Y además apuntan contra el mismo sistema democrático

 

PM: Claro, la democracia está basada en la convivencia, y la convivencia no va con el insulto. Está bombardeada. Una cosa son las diferencias, otra cosa es la ofensa, el insulto, la herida subjetiva, porque eso toquetea el campo de las emociones y no es dominable. Mi compañera me decía: “tu sabes que nuestro Galeano era un pensador enamorado del fútbol y relataba” – recordaba algún relato de niños hace un rato- “que había venido a jugar al fútbol y venía cantando: ganamos, perdimos igual nos divertimos”. Esa es la esencia de la vida. Vivir con alegría, con ganas de vivir. Con emoción de vivir, con voluntad, gracias a la vida que nos ha dado tanto.

 

GS: Buenisimo,  Pepe, no dio una lección que espero que muchos políticos hoy escuchen desde la otra orilla, así que abrazo enorme, y muchas gracias siempre por sus reflexiones.

 

PM: Gracias, viejo.

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