En su espacio de reflexión política en Radio 10, el ex presidente del Uruguay expresó su preocupación por la marcha de la política internacional, y del conflicto en Ucrania y las sanciones de Europa y Estados Unidos contra Rusia. Para el dirigente frenteamplista, las consecuencias de esta disputa son impredecibles y peligrosas.
Aquí presentamos la transcripción completa de la charla entre Mujica y Sylvestre, en Radio 10.
GS: Buen día, Pepe. ¿Cómo estamos?
PM: Buen día, un gusto poderlos saludar
GS: Lo mismo para nosotros y valoramos muchos su presencia todos los jueves. ¿Cómo anda?
PM: Bien, y preocupado. Porque parece que el mundo está internado en la locura. En gran medida, nadie se pone a pensar en lo que puede pasar más adelante. A la locura de la OTAN queriendo cercar (a Rusia), vino la locura de Rusia de invadir Ucrania, una cosa incalificable. Y ahora toda la locura del mundo que en lugar de querer buscar una negociación, quieren alargar indefinidamente una guerra, haciéndole pagar a gente que está a miles de kilómetros las consecuencias. Miraba cosas como estas: los trabajadores de la banana en Ecuador se quedan colgados, hay repercusiones indirectas por todos lados. Están queriendo acorralar a una potencia nuclear en lugar de buscar una negociación y dándole pelota a los nacionalismos sin darse cuenta que ese monstruo acorralado puede dar un zarpazo en cualquier momento. Y por otro lado, fíjate tú, con un informe de la tragedia del cambio climático, entonces fomentás rápido la producción de petróleo en el mundo, y esto todo lo contrario a lo que hay que hacer. Lo que va a traer es una superabundancia de petróleo que va a conspirar contra la sustitución de la matriz energética que debe ser el camino para bajar la temperatura. ¿Te das cuenta? Estamos locos. Y parece que en el mundo loco nadie piensa en las consecuencias. Están pensando en sus respectivas campañas electorales. Entonces digo: ¿Cómo se podrá parar esta locura y que nadie piense en lo que se hace?
GS: Pepe, compartimos.. porque lo que está provocando esto con el tema alimentario, y lo que puede provocar con el alza de los alimentos en todo el mundo y se ha disparado en el mundo la inflación y cómo repercute en nuestros países todo esto.
PM: Es una cosa de locos, porque esta economía interdependiente y globalizada desemboca en esto y por otro lado con una política mundial de libertad financiera, donde se mueve la plata de un lado para otro, los gobiernos se van endeudando y te encontrás con este espectáculo: países ricos con gobiernos pobres y endeudados. Y al final el ganador es el sistema financiero, y no los que trabajan, los que se rompen el lomo. Entonces es todo una locura en la que se van sumando capítulos y a uno le cuesta creer que desde el área central del mundo, los gobiernos no tengan la valentía de pensar y de explicar estas cosas a la gente y encontrar una salida. Y a la locura de Putin, se le contesta con la hiperlocura de los otros. Y.. ¿adónde paramos? Lo que me temo es que los acorralados en un momento empiecen a usar armas atómicas y después te cuento. Es un peligro latente. No es sabio acorralar a un monstruo.
GS: Si, y que puede en cualquier momento –como usted dice- pegar el zarpazo.
PM: Pero claro, mi hijo.
GS: ¿Hasta cuándo se va a hacer lo que hace occidente de humillarlo todos los días?
PM: Lo peor es que no hay un espíritu de negociación, de buscar una salida, sino nada más que tirar nafta a la hoguera
GS: Vaya a saber qué interés hay en la guerra
PM: Ah.. eso es formidable, desde luego que los hay. Esto va a producir un aumento de la producción de petróleo, porque el precio es muy bueno y es tentador. Pero después el precio se va a derrumbar, porque el petróleo ruso por algún lado va a fluir barato porque así es la economía, y entonces no es negocio la sustitución energética. Con lo cual el peligro que hacen los hombres de ciencia de la ONU, es como una carcajada a lo que va a pasar. Ojalá que me equivoque pero cuando se crea esta lógica perversa, es muy difícil salir de ella.
GS: Totalmente. Impecable lo de hoy, Pepe, y compartimos 100% su preocupación. Le mandamos un fuerte abrazo y hasta el próximo jueves.
PM: Salud.