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La Columna de Pepe Mujica: “Incuestionablemente los servicios públicos tienen que estar en manos del Estado”

En el aire de Mañana Sylvestre, el ex presidente uruguayo se introdujo en el debate sobre la actualidad de los servicios públicos en el mundo y defendió la realidad del país vecino donde permanecen bajo la administración estatal.

Aquí la transcripción completa de la charla entre Gustavo Sylvestre y el ex presidente del Uruguay, José “Pepe” Mujica que esta vez versó sobre el debate político en torno a la administración de los servicios públicos esenciales de un país.

GS: Tenemos al ex presidente de la República Oriental del Uruguay, el querido José “Pepe” Mujica. Buen día, Pepe, ¿Cómo estamos?

PM: Buenos días, un gusto saludarlos a la distancia y estamos como podemos con esta sequía cruel que nos estruja como si fuera una morsa que se aprieta un poquito todos los días y en nuestro país que es pequeño pega por todos lados y nos deja sin alternativas.

GS: Acá estábamos debatiendo un tema de preocupación que hemos expresado ya en algún momento y en la República Oriental del Uruguay es de debate permanente y es el tema de los servicios públicos. Se ha dado que con estos altos calores muchísima gente se quedó sin luz por parte de una de las concesionarias. ¿Qué deberían hacer los estados respecto de los servicios públicos esenciales?

PM: Acá en el Uruguay por ahora no le han podido aplacar demasiado a la empresa pública responsable y no hemos tenido cortes. En realidad, a pesar de la sequía y de la dependencia energética donde vemos que varias empresas que están exhaustas porque el caudal de agua es mínimo, de todas maneras tenemos alternativas y hay una planta que pertenece a la empresa pública relativamente moderna y muy potente que es suficiente para junto a los molinos de viento y otras alternativas que tenemos de biomasa cubrir las necesidades eléctricas. Hay cierto margen de generación privada, pero no de distribución que sigue siendo monopolio de la empresa pública. Y no hemos tenido problemas de falta de energía ni de cortes. Pero hay que estar en guardia. Esa enfermedad existe y tenemos un problema en el puerto. El gobierno actual ha hecho una concesión demasiado larga por un montón de años y tenemos un peligro nada menos que en la puerta principal del país.

GS: ¿Pepe, para usted los estados deberían tener a su cargo los servicios públicos como son ahí en el Uruguay?

PM: Incuestionablemente (si). Los servicios públicos son decisivos y el estado tiene defectos burocráticos de administración. Tenemos que atacar eso, trabajar y hay que reconocerlo. Pero ello no significa que la mejor administración privada que se lleva además la rentabilidad para afuera y no reinvierte va a ser mejor. Va a ser exactamente al revés, como lo demuestran los hechos por todos lados. Esta discusión la tuvimos nosotros en la década del ´90 cuando vino la ola privatizadora y por suerte lo pudimos resolver. El problema es que las empresas públicas además hay que dejarles reinvertir, porque una empresa que no reinvierte envejece. La manera de que se mantenga en vigencia es que tenga un buen margen de reinversión para que pueda sostenerse, y ahí suele estar la enfermedad porque la privatizan pero no le dejan reinvertir porque necesitan la plata para otra cosa y ahí empieza el descalabro. Me da la impresión que a ustedes les pasa algo parecido, y ahora en los veranos los reguladores de temperatura que se usan en todos los hogares hacen estallar el consumo los días de calor, y se nos crean estos problemas que aparecen por todos lados.

GS: Totalmente. Muy interesante la mirada esta. En los ´90 ustedes pudieron mantener los servicios públicos en manos del Estado, pero nosotros perdimos esa batalla porque el menemismo privatizó todo y por 100 años entregaron las concesiones.

PM: Nosotros tuvimos un presidente allá por 1910 que se dio cuenta que la electricidad era una cosa muy importante y compró una empresa privada que era la primera que había empezado a generar energía eléctrica, y esa empresa que apareció en 1910 es la que existe hasta hoy en Uruguay responsable de la distribución y se llama UTE. Don José Batlle Ordoñez en materia de pensamiento era un homólogo, bastante parecido a Yrigoyen en su manera de pensar en su época. Pero pudo hacer, pudo combatir y vivió hasta el año 1929. Yrigoyen no tuvo la suerte, lo pasaron por arriba y esas cosas increíblemente tienen repercusión histórica.

GS: Totalmente, claro que sí. Pepe querido, gracias como siempre por aportar lo elemental y lo importante que nos viene bien para el debate. Hasta el próximo jueves.

PM: Hasta siempre.

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