En diálogo con Mañana Sylvestre por Radio 10, el integrante de la Cooperativa de Alimento Soberano, describió un panorama crítico para la producción y el consumo de alimentos en Argentina, marcado por el encarecimiento de insumos, la caída del poder adquisitivo y la destrucción de economías regionales.
“Veo un escenario doblemente complejo. Por un lado, los aumentos en las listas de alimentos tras la suba del dólar; por otro, que en la calle la gente ya no puede pagar lo que necesita para alimentarse”, señaló Juan Pablo Della Villa, miembro de la Empresa Cooperativa de Alimento Soberano en diálogo con Sylvestre.
En Radio 10 advirtió que incluso la baja de algunos precios no es una buena señal: “El kilo de cebolla el año pasado se vendía a 400 pesos y este año a 300. No es para festejar: se vende a menos porque sobra, porque no se logra colocar lo que se produce”.
Según explicó, esta falta de demanda interna golpea a productores y consumidoras por igual, y en muchos casos provoca el cierre de plantas y el abandono de cultivos. “Si se cierra una planta de empaque en Mendoza, no es que en tres años levantás la persiana y ya está. Hay toda una cadena productiva detrás que se pierde”, remarcó.
La cooperativa trabaja con productores y pymes de todo el país, buscando “la mejor oportunidad posible para el cliente, pero con conciencia”, priorizando el vínculo con quienes producen alimentos de calidad. Sin embargo, la crisis se extiende a distintos rubros:
“Ahora sobra leche, se está tirando tomate en pleno invierno, hay campos de zapallo que terminan triturados porque ofrecen precios que no cubren ni los costos. Los insumos están dolarizados y eso impacta en toda la cadena: desde el maíz para el pollo hasta el nylon para los invernaderos”.
En el plano social, Della Villa alertó sobre el deterioro de la dieta de las familias: “Se está achatando la calidad alimentaria. Vamos perdiendo acceso a determinados alimentos que también son un acceso cultural. Lamentablemente, la leche, la carne, el pollo, hoy están ausentes en la vida de muchas familias. Eso no se recupera en dos minutos”.
El referente cooperativo también planteó su preocupación por la pérdida de ciertas producciones tradicionales:
“No sé quién va a sembrar repollo o zapallo anco en cinco años. Nos lleva puesta la instantaneidad del alimento más barato, muchas veces de menor calidad, y desaparecen producciones con arraigo y trabajo local”.
Frente a este escenario, Della Villa subrayó la necesidad de un cambio profundo: “Con esta destrucción de las economías regionales, hay que construir un programa de desarrollo para Argentina, con el trabajo como pilar elemental y las economías regionales como motor de vida en los territorios”.
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