El abogado de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en diálogo con Gustavo Sylvestre, sostuvo que el escándalo por el viaje a Lago Escondidos de magistrados, fiscales, funcionarios porteños y de grupos mediáticos «es un claro caso de dádivas y no hay forma de esconderlo».
«Es una demostración del Estado paralelo y de cómo funciona una mafia. Hacen lo que quieren. Estamos hablando de un delito de dádivas y no hay forma de esconderlo. Esperemos que atiendan el caso como algo judicial, que se indague y se investigue, que no se quede todo en una imputación», señaló en charla con Gustavo Sylvestre, el abogado de Cristina Kirchner, Gregorio Dalbón en el marco del escándalo por la reunión en Lago Escondido en la que participaron jueces, fiscales, funcionarios de la Ciudad de Buenos Aires y del Grupo Clarín.
Por la divulgación del polémico mitín, la fiscal rionegrina María Cándida Etchepare le pidió a la jueza federal de Bariloche Silvina Domínguez que se lleven a cabo medidas de prueba en relación a los involucrados como parte de una investigación por el delito de aceptación de dádivas.
En el evento habría participado Julián Ercolini, titular del Juzgado Federal número 10; Pablo Yadarola, a cargo del Juzgado Penal Económico número 2; Pablo Cayssials; Juzgado Contencioso Administrativo número 9; Carlos Mahiques, integrante de la Sala II de la Cámara de Casación Penal; además del ministro de Seguridad y Justicia porteño, Marcelo D’Alessandro –propietario de la línea supuestamente hackeada- y el procurador de CABA, Juan Batista Mahiques.
«Lo que hace Ercolini es un coartada. Tiene que mínimamente ser suspendido por el Consejo de la Magistratura hasta que se resuelva su situación», señaló Dalbón, sobre los chats de la red social Telegram donde el juez habría insitado a conseguir facturas y recibos falsificados para justificar dicho viaje.
«Nos encontramos con un juez que es delincuente. El encuentro en Lago Escondido evidencia una situación irregular para que se junten el poder mediático, el judicial y el político», disparó Dalbón en Radio 10 y destacó que «el idioma que utilizan en los chats parece mas de una banda de delincuentes que de una banda de funcionarios».






