Uno de los fundadores y principales armadores de La Libertad Avanza oficializó en Mañana Sylvestre su ruptura con el espacio libertario en la provincia de Buenos Aires y anunció la creación de un nuevo frente político. El dirigente cuestionó duramente la conducción actual del oficialismo y el pacto con el PRO que selló Javier Milei tras el balotaje.
Para Carlos Kikuchi, ex dirigente libertario y uno de los primeros impulsores del armado nacional de Milei, el acuerdo con Mauricio Macri fue un punto de quiebre y así lo expresó en Radio 10. “Nosotros arrancamos con un proyecto liberal de centro-derecha, con vocación nacional, pero cuando se decidió entregar todo al PRO nos vimos obligados a dar un paso al costado”, explicó. Y agregó: “El PRO no tiene estructura territorial. En la Argentina, las únicas estructuras verdaderamente nacionales son el peronismo y el radicalismo. Lo del PRO fue una toma del gobierno por parte de gerentes de empresas políticas”.
Un nuevo espacio bonaerense
En la entrevista, Kikuchi anunció la creación de un nuevo frente en la provincia de Buenos Aires compuesto por varios de los partidos que integraron originalmente La Libertad Avanza. “Vamos a salir con Unión Celeste y Blanco, Renovador Federal, el Partido FE y Unión por Todos. La coalición se llama provisoriamente Unión, Renovación y Fe, y ya contamos con más de 20 concejales que se pasaron por falta de contención”, informó.
El espacio competirá en las elecciones provinciales del próximo 7 de septiembre. “También estamos en conversaciones con partidos provinciales y referentes que están renunciando a sus cargos para sumarse a este nuevo armado”, señaló.
Críticas a la gestión: ajuste sin sensibilidad social
Kikuchi fue enfático en marcar diferencias con el rumbo económico del gobierno nacional. Si bien respaldó el objetivo de equilibrar las cuentas públicas, advirtió sobre las consecuencias sociales del ajuste: “Estamos de acuerdo con reordenar la macro, pero hay que cuidar la micro. La gente en el conurbano está sufriendo. Hay jubilados y sectores populares que no llegan a fin de mes. Esta transición no es de seis meses. Es larga, y hay que proteger a los más vulnerables”, planteó.
Consultado sobre si volvió a hablar con Milei o Karina tras su alejamiento, fue categórico: “No. No he vuelto a hablar. Con Karina hubo diferencias personales, pero la ruptura fue política. Ellos eligieron recostarse sobre el PRO. Y más allá de que ahora Milei y Macri estén peleados, el 70% del gobierno está ocupado por exfuncionarios del macrismo”.
Las denuncias internas: “Nos desplazaron, y vinieron las prácticas que jurábamos combatir”
El ex armador libertario también se refirió a las denuncias por corrupción y recaudación paralela que comenzaron a surgir en organismos como PAMI y ANSES. “Nosotros arrancamos con tres personas y sin estructura. Hubo gente que puso locales, dinero, tiempo, y quedó completamente desplazada. Hoy muchos se están acercando para sumarse a este nuevo proyecto. Algunos hasta renuncian a cargos para venir con nosotros”, reveló.
Sobre las denuncias específicas, fue prudente pero reconoció que hay malestar: “He leído en los medios que hay prácticas como pedirle plata del sueldo a los trabajadores. Es gravísimo, más en este contexto. Yo no estoy en los detalles, pero sí acompañamos y contenemos a quienes se animan a denunciar”.
Kikuchi también dejó entrever que hubo un intento frustrado de armado con sectores del peronismo: “Durante la campaña hablamos con gobernadores y legisladores del interior. Había una posibilidad real de armar un interbloque que no se concretó por la irrupción del PRO. Para mí, el límite fue ese”.
Al ser consultado sobre si se siente defraudado por Milei, evitó el juicio personal, pero dejó una definición política: “No es un tema de traición. Fue una decisión política que no compartimos. El discurso de la casta fue útil, pero hoy está agotado. El gobierno está lleno de nombres del viejo sistema”.
Y cerró con una reflexión sobre el momento político: “Lo que vivimos fue un fenómeno único. Marejadas de gente en todo el país. Pero esa energía se desvió. Ahora tenemos que reconstruir una opción desde el sentido común y el federalismo”.