El experto en temas de actualidad política analizó los resultados electorales del domingo y las razones profundas detrás del voto en una entrevista con Gustavo Sylvestre en Mañana Sylvestre por Radio 10. En un diálogo atravesado por la autocrítica y la reflexión sobre el rol del peronismo, Tilli sostuvo que el principal desafío del campo nacional y popular es “volver a escuchar a la sociedad sin prejuzgar” y “animarse a discutir los temas que por años fueron tabú”.
“Yo voto en Azul, y cuando me junto con mis amigos trato de escuchar qué pasa por la cabeza de la gente. A veces los politólogos nos quedamos en análisis sesudos, y lo que hay que hacer es volver a las experiencias concretas de la vida”, analizó el politólogo Mariano Tilli sobre el resultado electoral del domingo pasado y recordó las palabras del expresidente uruguayo José “Pepe” Mujica: “Cuando el Pepe decía que, después de perder, recorrieron tres veces Uruguay para preguntarle a la gente en qué se habían equivocado, marcaba algo clave: escuchar a la sociedad. Nosotros también tenemos que hacerlo”.
El politólogo advirtió contra la soberbia política de subestimar al votante y precisó que ninguna persona vota al más malo o al más cruel. Hay motivos detrás de cada voto. Si nosotros decimos que los bonaerenses son estúpidos por votar a Milei, estamos cometiendo el mismo error que cuando ellos dijeron que los bonaerenses decidieron seguir cagando en baldes. No estamos entendiendo los motivos del voto”.
El rol del peronismo
Para Tilli, la principal tarea del peronismo es recuperar la escucha y comprender los razonamientos cotidianos que explican el voto.
“Hay muchos motivos que no son políticos ni ideológicos, sino emocionales o personales. Una amiga me dijo: ‘Gracias a Cristina pude hacerle la fiesta de 15 a mi hija’. Ese recuerdo la marcó. Pero otra te dice: ‘No pude hacerle el cumpleaños por culpa de la cuarentena de Alberto’. Hay que entender ambos relatos sin juzgar”, indicó.
El politólogo describió cómo la sensación de cierta estabilidad económica también influye en algunos sectores: “Muchos me decían: ‘Ahora puedo planificar cuánto necesito para irme a la costa’. Eso antes no pasaba. La inflación bajó un poco, y aunque los sueldos siguen sin alcanzar, hay una previsibilidad que la gente valora”, comentó.
Consultado sobre el rumbo que debería tomar el peronismo, Tilli propuso “un golpe de shock” que incluya la discusión abierta sobre el Estado, la inflación y el trabajo. “Tenemos que animarnos a discutir el Estado. Si no lo hacemos nosotros, viene la derecha a destruirlo. No discutir el Estado porque ‘es agenda de ellos’ fue un error. Hay que ofrecer un Estado que dé respuestas, porque cuando no lo hace, aparece la reacción”, expresó Tilli.
En ese sentido, planteó la necesidad de repensar la estructura estatal y el mundo laboral desde una visión progresista: “Yo trabajé en el Estado y muchas veces decíamos: ‘Esto hay que hacerlo de nuevo porque no funciona’. Hay que discutir su eficiencia, pero desde una mirada nacional y popular. Lo mismo con la reforma laboral: si no la debatimos en nuestros términos, la van a imponer en los de ellos”.
Finalmente, Tilli subrayó que la principal debilidad de la oposición actual es la falta de un relato colectivo: “Nos falta una narrativa para decirle a la sociedad qué queremos y hacia dónde vamos. Milei la tiene aceitadísima. Naturaliza lo más repudiable y, encima, logra que le respondan en sus términos. Si el campo popular no reconstruye un discurso con sentido, con valores como la igualdad, la solidaridad y la soberanía, no hay futuro”.
El politólogo concluyó que el peronismo necesita reconstruirse desde la autocrítica, la escucha y la capacidad de imaginar el porvenir. En este sentido remarcó que «no alcanza con hablar del pasado. Hay que volver a conectar con la gente y ofrecer futuro. Escuchar, debatir y animarse a cambiar son las claves”.






