La situación en el Hospital Garrahan es cada vez más crítica y en Mañana Sylvestre el trabajador del hospital y secretario adjunto de la junta interna advirtió que el Gobierno nacional ha abandonado por completo el diálogo con los trabajadores y que el vaciamiento del hospital es cada vez más evidente. “Renunciaron 20 médicos en los últimos días. Cada profesional que se va no se reemplaza, y eso compromete la atención”, enfatizó.
Según denunció el trabajador del Hospital Garrahan, Gerardo Oroz, el gobierno de Javier Milei no solo dejó de asistir a las mesas de negociación sino que además sostiene una política de ataque sistemático contra los trabajadores del hospital. “Nos acusan de ser ñoquis, de oponernos a los relojes biométricos, de que la mayoría somos administrativos. Han llegado a decir que los residentes pueden trabajar sin salario”, relató, y agregó que incluso el presidente replicó estas falacias.
El panorama es desolador: sin respuesta institucional, con un éxodo creciente de profesionales formados en la universidad pública y en residencias hospitalarias, y con graves deficiencias en infraestructura. Oroz confirmó que “en oncología, el personal tuvo que pedirle a los familiares que trajeran frazadas porque no había calefacción”. La falta de gas y el deterioro de las condiciones básicas de atención se suman al estado de abandono.
“El Garrahan no puede desaparecer. Tenemos que defenderlo. Es un hospital que funcionó siempre con altísimo prestigio, y ese prestigio se lo dieron sus trabajadores. Por eso queremos hacer una gran movilización el jueves 17 de julio a las 16:30, desde el Congreso hasta Plaza de Mayo”, anunció Oroz. La convocatoria está abierta a sindicatos, organizaciones políticas y sociales, y especialmente a la comunidad: “Las familias que alguna vez fueron atendidas, o que saben lo que significa el Garrahan, tienen que estar”.
La movilización del 17 de julio se perfila como un punto de inflexión frente a la política de ajuste del gobierno en el área de salud pública. “Queremos una marcha como la de defensa de la universidad pública. Porque esto es urgente. Todos los días se va un profesional. Todos los días se debilita el hospital. No podemos dejarlo caer”, concluyó Oroz.
El Garrahan, hospital de referencia pediátrica en Argentina y en toda América Latina, atraviesa una crisis sin precedentes, impulsada por una política sanitaria centrada en el recorte. Mientras tanto, trabajadores y familias se organizan para defenderlo.