Mañana se realizarán las elecciones en el Sindicato de Mecánicos y Afines al Transporte Automotor (SMATA), y se elegirá a Ricardo Pignanelli como nuevo conductor, desplazando al moyanista Mario Manrique. En diálogo con Mañana Sylvestre, Pignanelli pidió, a pesar de que no tiene listas opositoras, que vayan «todos a votar» para evitar sorpresas por el voto en blanco. Por otra parte, indicó que el gremio desde el 2003 viene «recuperando terreno» debido a la «recuperación económica»; señaló que estaría de acuerdo en aceptar un aumento de salarios menor al 20% si se logra un «gran acuerdo social»; y disparó contra Moyano al decir: «la CGT no tiene que hablar de nombres sino de objetivos».
Paritarias y acuerdo social
Pignanelli se mostró a favor de aceptar un aumento salarial menor al 20%, en tanto y en cuanto haya «un gran acuerdo social donde estén los formadores de precio, los industriales, la CGT y el gobierno. Esa es la clave para seguir creciendo y que no nos afecte de afuera la crisis de Europa». En ese sentido, destacó que su gremio volvió a recuperar terreno desde 2003, producto de la recuperación económica: «hoy están todas las fábricas laburando a full. Van a batir record este año fabricando 850.000 unidades, pero pasarán 1.100.000 unidades»; esto llevó, a su entender, a pasar de tener 25.000 afialiados en el 2002, a los casi 95.000 de hoy.
Objetivos antes que nombres
Al ser consultado sobre si Hugo Moyano debía continuar al frente de la CGT, Pignanelli respondió: «para mí, el secretario general, no le tenemos que poner nombre y apellido. El movimiento obrero tiene que ir detrás de objetivos; hoy, la unidad es necesaria y fundamental, primero para los trabajadores, y segundo para el modelo de país que tenemos. Poner un apellido hace perder el objetivo». Al respecto, recordó a los líderes sindicales Rucci y Ubaldini, a quienes se los recuerda «no porque ya no estén sino porque a través de los objetivos lograron la unidad del movimiento obrero».
Reparto de ganancias
Por último, el futuro titular de SMATA relativizó el reclamo moyanista por el reparto de ganancias, diciendo que «es difícil porque es según la actividad. Con empresas nacionales por ahí podés, pero cómo discutís las ganancias en un gremio donde tenés la base en la fábrica multinacionales, donde se triangula el autopartismo y la venta. Es jodido porque el negocio está globalizado. Si se le revisa los números, te ponés a llorar y tenés que darle una moneda», ironizó.
Audio completo de la entrevista
Lunes 5 de diciembre de 2011
