«No nos quieran correr por izquierda con el proyecto de ganancias; se van a poner de culo a los empresarios y ni te cuento a la Presidenta». La frase se la lanzó un importante empresario argentino con llegada a La Rosada a uno de los integrantes del Consejo Directivo de la CGT, después del Seminario organizado pro la UIA la semana pasada. Y es que los empresarios están más molestos que nunca con ese proyecto, que ha sido tomado por la CGT como una bandera a no arriar. Por primera vez disparan con fuerza y denuncian: «es un proyecto que en el fondo encubre la cogestión sindical en las empresas. Quieren llegar a auditar los balances de las mismas y no estamos dispuesto a permitirlos. Es un proyecto tramposo», define uno de los más importantes dirigentes de la UIA.
«¿Quiénes son ellos para impugnar balances?», se pregunta el mismo directivo de la Unión Industrial, al tiempo que advierte: «quieren auditar los balances de las empresas y después dar paso nuevamente a la industria del juicio». Ha sido llamativo, pero todas las cámaras empresariales coinciden en cuestionar el proyecto y se han puesto de acuerdo en no darle más entidad al mismo. «No nos vamos a prestar a que nos lleven a una trampa; el horno no está para bollos», advierten con dureza.
Miércoles 30 de noviembre de 2011
