La decisión del gobierno de Javier Milei de permitir la libre importación de maquinaria y equipos usados, eliminando regulaciones que protegían la industria nacional, encendió las alarmas en el sector productivo argentino. El presidente de la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA), expresó su profunda preocupación en diálogo con Radio 10.
Esta semana, el gobierno anunció la simplificación del trámite de importación de bienes de capital usados. La norma fue celebrada por el oficialismo como parte del plan de desregulación y apertura comercial. Sin embargo, desde la industria advierten que este tipo de políticas transforma a la Argentina en un destino para equipos de descarte provenientes de economías más desarrolladas. “Lo único que logra es que nos manden sus máquinas descartadas, paralizando nuestro aparato productivo”, afirmó en Mañana Sylvestre, el titular de ADIMRA, Elio Del Re.
Y más allá del daño económico, también hay riesgos sanitarios. «Imagínese que pueden ingresar equipamiento médico en estas condiciones. Está en juego la vida de las personas», remarcó el dirigente industrial. Para ejemplificar el peligro, recordó el caso de la periodista Débora Pérez Volpin, fallecida por el uso de equipamiento médico sin los controles adecuados: “No tuvo ningún tipo de control. Eso es lo importante.”
Del Re también advirtió sobre posibles consecuencias ambientales y agropecuarias: «La maquinaria agrícola usada puede venir con alguna plaga y convertirse en un problema económico grave.»
Un golpe directo a las pymes
El presidente de ADIMRA destacó que el sector metalúrgico está conformado en un 90% por pequeñas y medianas empresas de capital nacional: “Somos la industria de las industrias. Proveemos de máquinas y equipos a todos los sectores productivos.”
La situación es crítica. Según datos de la entidad, la actividad metalúrgica cayó en marzo y continúa operando un 10% por debajo del promedio de 2023. “El panorama no es alentador. Estamos en un lugar muy complicado. La industria está yendo hacia un escenario muy complejo”, dijo Del Re.
El dirigente apuntó además contra la visión extractivista del actual modelo económico: “Lo que antes pensábamos que eran motores de desarrollo como el agro, el gas y el petróleo, ahora están siendo utilizados solo como claves extractivistas. Ya no impulsan a la industria nacional.”
“No queremos despedir gente”
Con un mensaje claro y contundente, Del Re aseguró que el sector está haciendo todo lo posible para sostener el empleo: “Lo último que queremos hacer es despedir gente. En el interior, el dueño de la fábrica y el trabajador se encuentran en el almacén. Hay una relación cercana. Estamos aguantando, pero necesitamos que cambie la sintonía.”
Finalmente, pidió al gobierno que retome el diálogo y reflexione sobre el rumbo tomado: “Los resultados concretos hoy muestran una caída generalizada, salvo en la agroindustria. El resto de los sectores están cayendo.”
