El cierre de diez centros de inclusión escolar en la Ciudad de Buenos Aires, por decisión de la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS), dejó en vilo a miles de familias. Según denunciaron, la medida afecta a unos 5000 alumnos que se quedarían sin acompañante personal no docente y de esta manera perderían el soporte del Estado.
Matías, papá de un niño con autismo, relató en Mañana Sylvestre el impacto que sufre tras la decisión del Gobierno de cerrar 10 centros de inclusión escolar. “Nos enteramos el miércoles de la semana pasada y tuvimos una reunión con Construyendo, que es una empresa que brinda servicios haciendo vínculos con personal de apoyo no docente y las escuelas. A través de Zoom nos explicaron que hubo unas auditorías de ANDIS y que supuestamente encontraron irregularidades, y la decisión fue directamente dar de baja estos centros, cuando la decisión pudo haber sido otra, como revisar cada caso en concreto”.
El efecto negativo, explicó, es inmediato: “Implica esto que en lo inmediato hay que buscar otro centro prestador, y que desde hoy lunes muchos chicos van a estar arrancando sin su maestra de apoyo. Hay casos en que los chicos tienen mucha dificultad para participar en el aula y en la escuela. Y también implica que mucha gente pierde su trabajo”.
Las familias aguardan ahora una definición judicial: “Estamos esperando la resolución del amparo que presentó Construyendo y es probable que se una a los amparos que han presentado otros centros”.
Consultado sobre los cuestionamientos y sospechas de corrupción alrededor del organismo, Matías fue contundente: “Es realmente chocante, la sensación es que entraron a tu casa y te quitaron tus cosas, porque es un derecho que tiene tu hijo”.
El rol de las APND
Un Acompañante Personal No Docente (APND) trabaja en escuelas de la Ciudad, acompañando a niños, niñas y adolescentes con necesidades educativas específicas para fomentar su autonomía e inclusión escolar. Elabora un plan en forma colaborativa con el equipo educativo (docentes, directivos), el estudiante, su familia y los equipos terapéuticos para abordar los distintos contenidos. Estos profesionales son fundamentales para facilitar el aprendizaje e integración al grupo en casos de estudiantes que tienen una condición neurodivergente como es el Trastorno del Espectro Autista (TEA), el Trastorno de Atención con Hiperactividad (TDAH), la dislexia y otros.
Para que el niño tenga su APND, con la cobertura de la obra social o la medicina prepaga, se tiene que tramitar el Certificado Único de Discapacidad (CUD) que se obtiene después de presenta una serie de documentación con el diagnóstico, estudios médicos y complementarios, informes de psicólogos y la historia clínica del neurólogo. Toda esta información se presentan ante una Junta Evaluadora Interdisciplinaria del GCBA formada por profesionales de la salud que extienden el CUD que habilita a la familia a buscar la APND, en la cartilla de la prestadora (la mayoría de los profesionales trabajan para un centro de integración e inclusión escolar). Después se hace la admisión del APND para que acompañe al niño en el aula en coordinación con la escuela.