En diálogo con Mañana Sylvestre, el abad del Monasterio de San Benito de Luján, ubicado en la localidad bonaerense de Jauregui expresó su alegría por el nombramiento del cardenal Bergoglio como Papa, y dijo que la elección del nombre Francisco asombró a toda la grey católica. La consagración del cardenal argentino como Sumo Pontífice “nos lleva a repensar a todos nosotros que somos tan críticos de la Argentina”, señaló.
“Es tan pintoresco en su figura, nos sorprendió a toda la Iglesia porque nunca hubo un Papa Francisco, y creo también es un motivo de alegría y orgullo saber que la Iglesia argentina pudo forjar a esta persona, donde 90 cardenales eligen como representante a aquel que puede dar una luz especial no solamente a la Iglesia, sino al mundo entero”, dijo Fernando Rivas, abad del monasterio de San Benito de Luján, instalado en Jauregui, provincia de Buenos Aires.
“Estos nos lleva a repensar, a nosotros que somos tan críticos con Argentina. Porque Bergoglio no salió de la nada, fue formado desde su infancia en la Argentina, en los colegios, en su casa y en sus amistades”, dijo sobre la unción de Bergoglio como Papa y agregó que “fue consagrado por representantes de casi todo el planeta, y es el mensaje que nos están dando, mostrando lo que nosotros no vemos, y lo tenemos”.
El mensaje para estas Pascuas
“Creo que se juntan, la reflexión de este viernes, en la pasión y muerte de Cristo, uno ve la señal tan clara de que Cristo no busca la muerte, somos nosotros los que buscamos la muerte, con actitudes hacia nosotros mismos, con malos sentimientos, malos pensamientos, angustias, y muchas veces sin darnos cuenta de las acciones que hacemos tenemos una tendencia hacia la muerte”, consignó Rivas.
“Cristo de ninguna manera buscó la muerte, sino que fue llevado a la muerte, por eso lo que nosotros celebramos es que llega a la muerte pero absolutamente inocente porque no la ha deseado, por eso revierte la muerte corporal y la angustia, y la inocencia transforma la muerte en fuente de vida. Ese engaño que Cristo hace al enemigo, muere el inocente y hace de la muerte misterio de comunión con dios, siempre enigmático, doloroso y trágico”, destacó el sacerdote.
“En este sentido los que conocemos al entonces cardenal Bergoglio, hoy Papa Francisco, siempre buscó la vida, y como la trasunta, es un hombre que dio siempre la vida, hasta el punto de llamar a la muerte, hermana muerte, porque la muerte negativa es para aquel que la quiere vivir así. Es una hermana que nos contiene plenamente en un encuentro con Cristo, es motivo de comunión con otros hermanos, es motivo de reflexión, ya que aquel que da la vida por otros es el regalo más grande. Es el mensaje que siempre las obras del Papa Francisco estuvieron mostrando para todo el mundo”, concluyó.
Viernes 29 de marzo de 2013
