La diputada del FIT en diálogo con Gustavo Sylvestre expresó su repudio a los polémicos tuits de José Luis Espert quien llamó a impulsar una actitud represiva del Estado bajo el lema «cárcel o bala» ante eventuales convocatorias a la protesta.
«Es un hecho grave porque después de la serie de ilegalidades que enumeró Patricia Bullrich sobre cómo tratar la protesta social y que Espert salga a decir «cárcel o bala» y que nos amenace directamente la verdad que es muy grave y por suerte ha despertado el repudio de varios presidentes de bloques y diputados y en el día de hoy estaré mandando un proyecto para que toda la Cámara de Diputados pueda pronunciarse y repudiarlo, no podemos seguir tolerando expresiones de este tipo, de personajes como Espert que hacen de esto una actividad política», dijo la diputada nacional Myriam Bregman antes los tuits lanzados por el diputado José Luis Espert, en donde llamó al uso extremo de la represión del Estado ante la protesta social.
En relación al nuevo protocolo antipiquetes lanzado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, Bregman comentó que «hay decenas de fallos al respecto, no es que ella (por Bullrich) llega ahora e interpreta el derecho de protesta, hay una jurisprudencia frondosa, y jamás vi un juez ni de primera instancia, ni de segunda, ni de la Corte que diga lo que diga ella, ni hablar de la jurisprudencia internacional».
«No puede sacar el servicio penitenciario a la calle porque a ella se le ocurra, hay leyes que regulan eso. Dice cosas que no tienen ni pie ni cabeza», estimó.
«Ya ocurrió en Argentina un atentado muy grave (por el ataque contra Cristina Kirchner), que no tuvo el resultado que se buscaba pero que ocurrió. Todas estas cosas toman otra dimensión y alientan a estos grupos a que accionen contra nosotros», planteó Bregman.
En cuanto a las amenazas vertidas por Espert, la diputada explicó que «estamos estudiando los términos, él ha sido favorecido en la justicia, y cuando va a la justicia no es tan bravucón, busca la manera de excusarse y así zafar, y por eso lo sigue haciendo. Su nivel de intolerancia no le permite que la izquierda tenga presencia en el Congreso».
«Temen que la marcha del 20 de diciembre termine canalizando este descontento donde repudiaremos fuertemente estos ataques a las libertades democráticas», finalizó.






