El economista e integrante del equipo de investigación del Plan Fénix analizó en diálogo con Mañana Sylvestre los efectos políticos y económicos de las elecciones legislativas y las perspectivas de la economía argentina bajo el gobierno de Javier Milei. Con una mirada crítica, advirtió sobre la falta de respuesta del peronismo ante el “chantaje” internacional, la fragilidad macroeconómica y los riesgos de repetir errores de los 90.
En diálogo con Gustavo Sylvestre, el experto en temas económicos Alberto Müller evaluó la actualidad financiera tras los comicios y se refirió al impacto de las declaraciones de Donald Trump cuando condicionó el apoyo financiero de EE.UU. a la continuidad del gobierno de Milei. Al respecto el economista fue tajante y refirió que «todo esto, por cómo lo dijo tan abiertamente Trump, de una manera descarnada, son tiempos muy particulares. Yo creo que esto puede haber jugado un papel importante por la generación de miedo y por la increíble falta de respuesta del peronismo a esta situación.
”El economista recordó los paralelismos con la campaña de 1991, durante el auge del menemismo y expresó que «la propaganda electoral era un auto que iba hacia adelante con un lindo paisaje, y en el espejo retrovisor se veían los saqueos del ‘89. Era un mensaje claro: ‘miren que podemos volver a eso’. Hoy se repite algo parecido.”
Müller advirtió que el escenario económico sigue siendo de extrema fragilidad: “Había una idea general de que esto no es sostenible. Ni siquiera se preguntaba si iba a haber devaluación, sino cuándo. Yo pienso que alguna devaluación va a venir seguramente. Esto no se puede sostener.”Y agregó: “Esto va a tener consecuencias inflacionarias, pero la euforia postelectoral y los horizontes más despejados pueden permitir ganar algo de tiempo.”Respecto de la economía real, Müller fue escéptico:
“La economía real se rige por la demanda, las tasas de interés y las oportunidades especulativas. Hoy no se ve nada en términos reales que permita pensar en una expansión.” “Depende exclusivamente de la entrada de capitales. Si hay una entrada masiva por el carry trade, puede haber un respiro, pero no hay un driver real que empuje el crecimiento. A corto plazo no lo veo.”, aseguró.
Sobre el proyecto de reforma laboral del Gobierno, Müller sostuvo que las recetas son un déjà vu de los años noventa y comentó que «esto ya se vio. En los 90 se hablaba de jornadas de 15 horas en los supermercados. Nada de eso sostuvo las remuneraciones. Esperar que una reforma laboral genere empleo es una tontería, no resiste el menor análisis.”
El economista respaldó su posición con datos históricos: “Entre 2005 y 2013 el empleo formal privado creció más del 4% anual con la misma legislación. El empleo crece con crecimiento económico, no por cambiar las leyes laborales.”Y cuestionó el discurso liberal que vuelve a instalarse en la Argentina al analizar que «el problema es que ese discurso cala incluso entre los que más lo van a sufrir. En los 90 pasó lo mismo: lo que no lo volteó la política lo reventó la economía.”
“Buena parte de la dirigencia no cree que haya un plan alternativo”Müller también apuntó contra la falta de iniciativa del establishment argentino: “Buena parte de la dirigencia política, empresaria y sindical no cree que haya un plan alternativo posible. Ese es el problema: no piden nada, no reclaman una opción diferente. No creen que exista una alternativa virtuosa.”Finalmente, recordó que los grandes cambios no llegan sin coraje político: “Salir de esquemas como la convertibilidad fue difícil porque nadie se animaba. Pero alguna vez la política tiene que tomar el brazo del ejecutor y animarse a conducir, no a obedecer.”






