El exministro de Agricultura Julián Domínguez cuestionó con dureza al gobierno de Javier Milei, al que acusó de impulsar una “guerra civil psicológica” destinada a vaciar de sentido al Estado, a los derechos y a la Constitución. Además, alertó sobre el avance para privatizar tierras del INTA y desmantelar un organismo clave para el desarrollo productivo y científico del país.
En diálogo con Mañana Sylvestre, por Radio 10, el ex ministro de Agricultura Julián Domínguez sostuvo que el Presidente “pretende una sociedad sin derecho, sin Constitución y sin Estado de Derecho”, y afirmó que desde el inicio de su gestión “falta a la verdad todo el tiempo, con datos estrambóticos que nadie conoce”, con el objetivo de “borrar todo el pasado de construcción jurídica, política y social de la Argentina”.
“Estamos asistiendo a una guerra civil psicológica donde se construye un sentido que pretende dejar a amplios sectores de la sociedad convencidos de que no tienen derecho a nada, de que es un pecado tener aspiraciones”, señaló.
La autocrítica sobre el rol de la oposición
En Radio 10, Domínguez también hizo una autocrítica hacia el peronismo y los sectores opositores, al advertir que no se están dando los debates necesarios frente al discurso oficial. “Nosotros no estamos a la altura. Hay una pereza militante, una pereza intelectual que es necesario recuperar. Hay que transmitir ganas de comerse la cancha y de construir un futuro con valores y con nuestra narrativa política”, afirmó.
En ese sentido, rechazó la idea de que todo lo realizado en los últimos años haya sido negativo: “No puede ser la narrativa del gobierno donde todo lo que se hizo fue una manga de ladrones. Los diez o doce mejores años de este siglo fueron los de Néstor y Cristina, y pretenden borrar esa historia para dejar a las nuevas generaciones sin memoria”.
Críticas al alineamiento internacional
El exfuncionario también cuestionó el alineamiento externo del gobierno y lo que consideró una pérdida de soberanía. “Estamos renunciando a tener un destino propio. No hubo cosa más grosera que la intervención del presidente de Estados Unidos en una elección argentina diciendo ‘yo gané la elección en la Argentina’. Eso es indigno para quien representa al pueblo argentino”, remarcó.
Alerta por el desguace del INTA
Uno de los ejes centrales de la entrevista fue la situación del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Domínguez explicó que el organismo “no sólo es clave para la agricultura de la zona núcleo, sino para las economías regionales, la Patagonia, la Antártida y la soberanía territorial”.
“El INTA se financia con una tasa de importación que el gobierno no le transfiere. Si recibiera lo que por ley le corresponde, tendría autonomía y excedente financiero”, detalló, y recordó que el instituto “está entre los diez más importantes del mundo en desarrollo científico-tecnológico con extensión territorial”. Según advirtió, el plan oficial incluye cerrar regionales —“de 15 llevarlas a 4”— y privatizar 42.000 hectáreas de tierras, lo que calificó como “gravísimo”.
“Cerrar las regionales rompe el vínculo con los productores. Privatizar esas tierras es un negociado sin ningún sentido en un momento donde la Argentina necesita más investigación, genética y transferencia al sector productivo”, sostuvo.
Riesgo de fuga de cerebros
Domínguez alertó además sobre la pérdida de recursos humanos estratégicos: “Formar un científico le cuesta al Estado argentino una fortuna. Los investigadores a los que hoy les ofrecen retiros voluntarios van a terminar en el sector privado o en el exterior. No podemos permitir otra fuga de cerebros”.
Recordó que el Congreso había excluido al INTA de la Ley Bases y denunció que ahora el Gobierno busca avanzar por otras vías: “Pretenden hacerlo por la comisión directiva del INTA. Esto es inconstitucional, es violar el derecho y desconocer al Parlamento”.
Finalmente, Domínguez llamó a reaccionar políticamente frente al rumbo del Gobierno: “No nos podemos quedar con los brazos cruzados. Hay que salir de la modorra intelectual y espiritual y militar las razones que dan fundamento a nuestra visión de una Argentina que crezca y se desarrolle como comunidad”.
“Si la política gira sólo al ritmo de los sectores más dinámicos del mercado, o nos salvamos en racimo o nos condenamos todos por egoístas”, concluyó.




