En su columna de reflexión política y social en Mañana Sylvestre, el ex mandatario oriental apuntó contra lo que considera una desidia general de las grandes potencias en materia de cuidado del medio ambiente, cuyas consecuencias se notan cada vez más en el planeta, y una de ellas es la sequía que afecta a buena parte de nuestra región sur.
Aquí la transcripción completa de la charla entre José “Pepe” Mujica y Gustavo Sylvestre en el aire de Radio 10. Esta vez, el referente del progresismo en Uruguay cuestionó la falta de reacción de los principales países del mundo ante la delicada situación medioambiental que atraviesa el planeta, y que hoy son un freno al desarrollo.
GS: Todos los jueves hacemos un alto en el camino para escuchar las reflexiones del ex presidente de la República Oriental del Uruguay, José “Pepe” Mujica. Pepe, muy buen día ¿Cómo andamos?
PM: Buenos días, es un gusto poderlos saludar a la distancia a mis queridos compatriotas argentinos. Porque tu sabes Sylvestre que han pasado más de 30 años de aquel congreso de hombres de ciencia en Kioto que nos pronosticaban que los fenómenos adversos iban a ser cada vez más frecuentes y más intensos. Nos lo dijeron hace más de 30 años, y nos dijeron por qué pasa eso y por qué se agravaba. Y cuáles eran los pasos que debían encaminar la humanidad para revertir ese proceso que se nos venía encima. El mundo científico lo recogió esto, pero el mundo político no lo pudo transformar en decisiones. Luego se ha andado chapaleando durante 30 y pico de años y las consecuencias están cada vez más cerca en mi país y en el tuyo. Estamos padeciendo una sequía atroz, no es que históricamente no haya habido sequías, desde hace al menos 3 años que llueve menos – bastante menos- casi la mitad, pero no es una temporada de 5 o 6 meses, van 3 años y esto se ha agravado en los últimos meses. Es una sequía que golpea allí donde viven las raíces. Además es una sequía que está agotando los reservorios del mundo porque esta sequía está acumulada. Es una sequía sobre 2 años y pico de menos lluvia y esto significa menos agua acumulada en las profundidades, en lo que llamamos las vertientes y entonces si cierta cantidad de pozos fracasan las reservas comunes de agua se han quedado por el camino. Los arroyos se han transformado en hilitos (de agua) y en otros casos han desaparecido. Los grandes ríos han disminuido su caudal enormemente y la vida -sin agua- está amenazada. ¿Cuánto es el costo de esta sequía? El costo de lo que ha pasado en estos días en San Pablo y así sucesivamente, porque los desastres naturales aparte del drama de lo que significan inmediatamente, son un golpe al desarrollo económico, son más pobreza. Es detener el avance de un país, es pagar los costos. Son víctimas que se van acumulando, y lo más trágico es que proporcionalmente nuestro continente es el que tiene el mayor costo en la cantidad de desastres naturales. Porque se puede hacer una contabilidad promedio de carácter mundial y en nuestra región la más golpeada naturalmente por dónde está y por fenómenos que están pasando en el Atlántico Sur y en nuestros aledaños. Esto no es un regalo de la naturaleza, esta es consecuencia de la acción humana arriba de la naturaleza que es una cosa distinta. La humanidad ha empezado a ser un agente geológico en los equilibrios de la vida. Y la humanidad no piensa, o si piensa no lo transforma en decisiones. Ha tenido un rotundo fracaso la política que ha estado de espaldas a la gente y entonces los síntomas se agravan. El mundo se pone más caliente, y más seco. Entonces, en ese panorama todavía las grandes potencias se dan el lujo de una guerra, todo lo contrario a lo que habría que hacer. Porque las consecuencias son que se desata una presión sobre la energía, se reactivan viejas minas de carbón con lo cual se continua amenazando a la cantidad de carbono en la atmósfera. Se hace lo contrario a lo que habría que hacer, se despilfarran recursos, y se crea una angustia económica a todos los pobres de la Tierra, porque esta guerra la mayor crueldad la tiene a miles de kilómetros del escenario porque vemos lo que destrozan pero no vemos a los que pasan hambre en África como consecuencia agravada de la guerra. Porque este mundo interconectado y globalizado tiene estas características. Los fenómenos son como una corriente en el mar que se transmite en todos sus efectos y al cambiar las leyes de intercambio, al alterar los precios de la energía abruptamente, se termina castigando a todos los pobres del mundo con lo cual se agrede más a la propia naturaleza, a los equilibrios, y en consecuencia terminamos haciendo lo contrario a lo que tendríamos que hacer. Por eso te digo que el problema es que nunca nuestra humanidad ha tenido la crisis política y la impotencia que tiene hoy. Una cosa curiosa: está construyendo todos los días un avance tecnológico que por momentos asusta y tiene una torpeza en su condición global que da miedo. La gran pregunta es: ¿Hacia adónde vamos?
GS: Una gran reflexión, Pepe, en esta mañana. Ahí queda la pregunta flotando y lo tienen que responder los que tienen que tomar las grandes decisiones del mundo. Abrazo grande, querido Pepe, y hasta la semana que viene.